31 diciembre 2006

El mejor año de nuestra vida

Ya he recibido el cuento que Antón Castro me regala cada año por estas fechas. Varios centenares de palabras que me traen su amistad y su cariño. En cuanto reciba el calendario que Loli y Luis, o pardal, o meu irmán galego me envía desde A Coruña daré por estrenado el 2007. Dos mil siete... Sé que va a ser el mejor año de nuestra vida no sólo porque todo es cada vez mejor. Este va a ser un año especial. El año de Rosa Tabernero y de todos sus proyectos, el año de Marisancho Menjón que ha decidido abandonar la seguridad del bingo, el año de Inma, el año de Rodolfo Notivol y de Mari Burges, el año de la clasificación del Zaragoza para la champions, el año del Museo Pedagógico de Aragón, el quincuagésimo año de Pepe Melero -todos los años son, desde hace cinco décadas, años meleristas o melerianos-, el año de la nueva novela de Ignacio Martínez de Pisón, el año de Eloy Fernández Clemente, Mariano Gistaín -que columna a columna ya se ha convertido en uno de los padres de la patria- y de Vicente Martínez Tejero, el año de los Artal. El año de Miguel Mena y de "los que se citan a las 10 en Casa Emilio", el año de Jaime Sorolla y de José Luis Capilla, el año de Javier Torres, el año de Francisco Abió, el año de Víctor Pardo y de María José Calvo, el año de las buenas gentes del Rolde de Estudios Aragoneses -treinta años trabajando por Aragón y por sus gentes-, el año de Elena Monforte, de Verónica Juan. 2007 será el gran año de Magda Díaz Morales, el año de Javier Burbano que hace un par de años que sonríe como sólo sonríen los hombres felices, él sabrá la razón-. El año de Blanca y de Guillermo. Por muchas razones sé que 2007 será el mejor año de nuestra vida.

25 diciembre 2006

Mañana

Mañana. Cada vez que escribo mañana me acuerdo de Rodolfo Notivol. Tener por todo patrimonio mañana. Un sueño, un proyecto, un deseo, un plan. Mañana. Querer algo, casi siempre importa poco qué se quiera. La incertidumbre, los retos. Saber atrapar los sueños y saber verlos marchar. Los territorios por conquistar, los labios por conocer. El calor de su cuerpo. Mañana. Una palabra detrás de otra, un minuto tras otro. Saber que todo puede salir mal -estar casi seguro de ello-. Mañana como único patrimonio. Mañana.

17 diciembre 2006

La Ciudad Prohíbida


Nunca escribiré la canción más hermosa del mundo, pero me gustaría haber sido capaz de reunir 976 palabras hermosas en la carta que he escrito esta tarde. Es lo más importante que he hecho en los últimos años.
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Hoy a las 12 h., en la plaza de las Canteras de Zaragoza, Víctor Pardo, en representación del colectivo de historiadores que trabajan por la recuperación de la memoria histórica, recibirá el nombramiento de embajador de la República Independiente de Torrero.


Carlos y Toñi me envían este adorno de una puerta de la Ciudad Prohibida de Pekín. Acaba de perder el Zaragoza. Sólo esta fotografía me hace sonreír. No. Esta fotografía me hace feliz. Que Toñi y Carlos vayan a Pekin y se acuerden un instante de mí en la Ciudad Prohibida me hace feliz. Muchas gracias.

16 diciembre 2006

Liarse a hostias

Antes alcanzábamos la mayoría de edad, aunque en Carabanchel Alto, según Manolito Gafotas, se cumplía la edad penal. Ahora se cumple la edad del móvil o la edad de la cuenta en el messenger. Medimos el paso del tiempo por las distintas versiones de los programas. Fernando García Mongay nos contaba el otro día en Huesca que los jóvenes prefieren la web2.0, aunque los más adelantados ya están en la web3.0... Frente a "Me quedé anclado en la música de los ochenta", ahora se escucha "yo sigo con el Windows'98"...
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Cuando se vive en un diseminado y tus vecinos cuentan la vida por adores, cuando te sorprendes diariamente pensando "quién habrá hecho el casting de mi vida", cuando descubres que no hay mayor aventura que compartir con ellos la primera luz del día, cuando ya sólo haces aquello que antes has soñado, cuando... Es muy fácil pensar que las cosas ya te valen, que ya todo está bien así. Pero últimamente, cada vez con mayor frecuencia, me invaden unas ganas casi irresistibles de liarme a hostias con cualquiera. Creo que pronto no me servirá el "ya me va bien". Me gustaría vivir en una ciudad mejor -aunque yo ya vivo bien-, me gustaría que tuviéramos un sistema de sanidad mejor -aunque yo, afortunadamente, no padezco grandes enfermedades-, quiero que el acceso a una vivienda digna sea una realidad -aunque yo ya tengo mi casa-, quiero que nadie esté en peligro por ser mujer -aunque yo nací hombre-, quiero un sistema educativo de calidad para todos -aunque yo podría compensar las lagunas de mi formación y de la formación de mis hijos fuera del sistema educativo- No sé... A veces siento que tengo que estar enfrente, militantemente enfrente. A veces siento que no me va a quedar más remedio que liarme a hostias.

02 diciembre 2006

Golpes de mar

Lo más valioso que me contaron mis profesores se encontraba, casi siempre, al margen del programa, en esas extravagancias que a veces los profesores se permiten. Yo les cuento a mis alumnos que Antón Castro decidió darse una oportunidad a sí mismo. Así se lo oí contar a él una tarde en Morata de Jalón, en un encuentro con maestros, mientras fuera anochecía y él derramaba palabras como si recitara un conxuro que sólo el conoce, el rito eterno de la palabra compartida, de las palabras de la vida, de las palabras que terminan encantando a quien las escucha. Aquel día Antón nos contó que cuando trabajaba en el bingo decidió coger sus apuntes, los poemas que escribía a escondidas en el reverso de los cartones y se presentó en el periódico El Día. Dejó la seguridad del bingo por la remota posibilidad de vivir haciendo lo que quería. Cambió la tranquila rutina por la pasión y la incertidumbre. Y Carmen Gascón le dijo: “Sí, inténtalo. Nada nos hace tan felices como perseguir nuestros sueños”. Todos tenemos nuestro bingo particular, el espacio en el que nos sentimos seguros. Y estoy convencido de que todos nos merecemos una oportunidad.
También nos dijo que un escritor es alguien que miente para decir la verdad. Desde hace diez años, le repito a Antón que escriba esta frase, que la registre y que le dé sus apellidos porque en cualquier momento defenderé que se me ha ocurrido a mí. Antón miente tanto que en su casa le llamaban El planetas. Junto a esa capacidad infinita para la fabulación, Antón Castro nos conmueve con cada una de sus frases porque sus mundos mágicos, sus personajes mitológicos, los seres imposibles que pueblan sus relatos y cada una de las fotografías de Patricio Julve nos hablan de la verdad, de lo auténtico, de sentimientos e inseguridades que mueven el mundo. Después de veinte años de zozobra intelectual, Pepe Melero ya acepta que los delfines acariciaran las piernas del Antón niño cuando se bañaba en las playas de Barrañán. También hemos dado por bueno que llovieran ranas cuando Benito, el padre de Antón, volvía de Suiza con un saco de naranjas sanguinas bajo el brazo. A mí nunca me ha preocupado la verdad. Puedo decir que he sido feliz leyendo las historias que escribe Antón y a veces me he enfadado cuando se me terminaban muy pronto y que me quedaba sin voz y sin respiración con el libro entre las manos.
El primer libro que yo tuve dedicado por Antón Castro fue Vida e morte das baleas. Me lo regaló Luis Iglesias, O pardal, o meu irmán galego. Me lo envió junto a una botella de orujo casero. En aquel tiempo yo bebía orujo los jueves buscando remedio para la saudade y convencido de que aquel licor que destilaban los dioses me ayudaría a entender mejor el gallego, que durante siglos fue la lengua de los poetas. Tengo el libro, naturalmente, pero de aquella botella sólo guardo un gratísimo y vivo recuerdo. Antón dibujó para mí una serea de Baladouro. Era el primer día de agosto de 1997 en la feria del libro de A Coruña.
El lunes a las ocho de la tarde se presenta en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Zaragoza Golpes de mar, un libro de relatos que Antón Castro ha compuesto palabra a palabra durante los últimos 25 años. Son relatos que huelen a mar y a tomillo y a espliego del Bajo Aragón, relatos dedicados a sus amigos, a sus cómplices, a algunas de las personas que dan sentido a su vida. Estoy seguro de que cuando Antón sube hasta el calvario de Alcorisa o se asoma al mundo desde la atalaya del paraíso en Cantavieja ve el mar y distingue entre las espumas blancas, los lomos plateados de los golfiños que escoltan en sus paseos a as sereas de Baladouro que a veces, muy de tarde en tarde, ollan a Víctor Juan.

30 noviembre 2006

EL BARULLO

El asunto es ridículo. Lo del Hilarión Gimeno es una buena muestra de hasta qué punto los medios de comunicación no cuentan la realidad sino que terminan creándola. La noticia sobre la no celebración del festival de villancicos es la excusa para que los obispos, la CONCAPA, el Partido Popular... critiquen el estatalismo, la falta de valores, etc.
Cualquiera que sea profesor, padre o alumno sabe que las comunidades escolares toman sus decisiones. Hay escuelas en las que no se celebra el jueves lardero. En otras, la asociación de padres se harta de asar longaniza para todos los niños de la escuela. En algunas se celebra el carnaval, en otras ni se les ocurriría. En algunos colegios celebran una fiesta de final de curso, o el día del árbol o del libro... Y todo es normal.
Algo habrá que hacer. La educación es un asunto de todos nosotros, un asunto tan importante que no podemos dejar en manos de los políticos -a quienes mueven casi siempre intereses exclusivamente políticos- y en manos de unos medios de comunicación que parecen haber sacrificado todo a la conquista de las audiencias. Hay que preservar la educación del haytomatismo mediático. Es un asunto tan delicado que debería ser abordado con instrumentos de precisión. Es mucho lo que nos jugamos.
Evidentemente, la noticia sobre el Hilarión Gimeno no es un debate. Lamentablemente aquí no hay costumbre de debatir nada. Sólo hay ruido y barullo que nos distrae. Los debates tienen su seno. En este caso no es otro que los consejos escolares que representan, como he escrito alguna vez, la dimensión moral que la educación indudablemente tiene. ¿Alguien cree que es lógico que en una cumbre de la OTAN le pregunten al presidente del Gobierno de España por la supresión de un festival de villancicos en el Hilarión Gimeno de Zaragoza. El presidente ha dicho que era la primera noticia que tenía del asunto y que "si es un colegio, me sorprende la decisión. tengo que confesarlo". Ni los profesores de esta escuela, ni los padres se sienten reflejados en el tratamiento que la prensa ha dado a la noticia. Algo habrá que hacer para que el escándalo y la crispación no se extiendan incluso por las parcelas de nuestra sociedad que deberíamos entre todos cuidar.
Coincido plenamente con el argumento que sostiene Trasobares en su columna de hoy [Lo del Hilarión]
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Los zaragocistas podemos sacar pecho, Joaquín Carbonell entrevista a José Luis Melero

22 noviembre 2006

Huesca

Me escribe un profesor de la Universidad de Alcalá de Henares pidiéndome información sobre el horario de visitas del Museo Pedagógico de Aragón. Quieren visitar el museo un sábado de diciembre como actividad final de un postgrado en Nuevas Tecnologías. "Así conoceremos Huesca". En mi contestación me sorprendo diciéndole que podrían visitar el Parque Tecnológico walqa, que podrían interesarse por la historia de Barrabés, la tienda de Benasque que se ha convertido a base de talento y cariño en la empresa líder mundial en la venta de material deportivo de montaña. Le digo también que en Huesca se celebra anualmente el congreso de periodismo digital y que aquí se otorga el Blasillo de Huesca, un premio diseñado por Forges y que ha recaído en legendarios talentos como Mariano Gistaín, Nacho Escolar o José Antonio Millán.
He preferido no contarle que Huesca es la ciudad de María Sánchez Arbós, de Ramón Acín, de Paco Ponzán, de Carlos Castán o Víctor Pardo Lancina porque entonces este profesor de Alcalá que aún no conoce Huesca hubiera supuesto que en realidad yo estaba exagerando y no me hubiera creído.

21 noviembre 2006

Los invasores

El Ebro, el padre Ebro, está colonizado por el mejillón cebra, el Canal Imperial de Aragón por la almeja asiática. ¿Qué habrá sido de aquel cangrejo americano que entraba por los riegos hasta la huerta y se comía cuanto encontraba a su paso? Ya no se habla de él. Será que ha desaparecido como desaparecen de las páginas de los periódicos o de las televisiones las gentes que pasan hambre, los niños que hacen la guerra, los perros agresivos, las vacas locas o Guantánamo o será que nos hemos acostumbrado a su presencia como nos hemos habituado al hambre y al dolor ajeno, a la injusticia sostenida, a la destrucción y a la guerra. El mejillón y la almeja le han restado protagonismo al Siluro. Pero ahí está. Ahí están.
Algunos de mis vecinos cuentan la vida por adores. El ador es el agua que viene por las acequias para regar los campos de panizo, de alfalfa, de avena.... "Cada nueve días toca ador". Conocí a un hortelano de Cantarranas que estaba convencido de que las malas hierbas las sembraban por la noche los franceses. ¿Quién echa los bichos colonizadores?
A veces parece que algunas personas están colonizadas, poseídas por ideas cebra, por bivalvos de la mala hostia, atrapadas en la desconfianza o en la mezquindad. Como si un cangrejo americano les devorara en silencio las entrañas mientras van en el autobús, esperan el turno en el mercado o se santiguan en las iglesias son incapaces de admitir la bondad que les rodea. Viven incapacitados para cualquier gesto amable, por pequeño que sea. Ahí están.

20 noviembre 2006

Un punto de insolencia

Que un día, juntos, quisimos querer. Y lo hicimos
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Ayer me la presentaron. Es elegante, alegre y generosa. Tiene un punto de insolencia que me atrae. Quizá es demasiado joven para mí...

18 noviembre 2006

Los sueños mueven el mundo



Antón Castro evoca el mundo marino y la Galicia mágica en Golpes de Mar [Jesús Morales, Heraldo de Aragón]
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Los animales y los vegetales de José Fatás Bailo
Cristina Grande

“Pues no es el oro sino los sueños los que mueven el mundo” es la cita que encabeza la edición facsímil de “Los animales y los vegetales”. Salvador Trallero, que ya nos sorprendió hace un tiempo con la edición de “Sariñena Antigua”, vuelve a deleitarnos con la recuperación de este delicioso librito escrito hace más de 130 años por Don José Fatás y Bailo, maestro en Sariñena. Lo que más me ha sorprendido del libro es su modernidad. Es un libro que pretende inculcar a los niños el amor a la naturaleza y lo hace apelando a los buenos sentimientos y también a razones económicas, pues tratando con respeto a los animales y al entorno la producción agrícola resulta más rentable: “No parece otra cosa sino que al pobre asno se le atribuye la causa de la pobreza de su ingrato dueño; y él, que debiera ser estimado, querido, mimado por quien tantos, tan grandes y tan útiles servicios le debe, es objeto de ira y desprecio”. Y cuando habla de los caballos aprovecha para hacer un alegato antitaurino calificando las corridas de toros como “un espectáculo repugnante y feroz que de nuestras costumbres debe proscribirse”. En la parte dedicada a los vegetales, aborda un asunto hoy tan de moda como el cambio climático. Se muestra preocupado por la tala indiscriminada de árboles y la consiguiente desaparición del manto vegetal. Habla del siglo XIX pero podría ser del XXI cuando dice: “Es nuestro clima más caluroso y seco que a principios del siglo en que vivimos, porque ha desaparecido aquella espesa y lozana vegetación”. Me gusta pensar que este precioso manual influyó en los jóvenes alumnos oscenses que tuvieron la suerte de tener un maestro tan avanzado y progresista.




Presentación de la Peña zaragocista El acento maño en el Barrio de La Almozara
Vídeo de la intervención del consejero José Luis Melero. Sembrando ilusión zaragocista
[Todo en Noticias de La Almozara]

14 noviembre 2006

Que me pone el gallo y me canta la gallina

+ Zaragoza, 14 de noviembre de 2006



Querida Gloria:
Espero que al recibo de ésta te encuentres bien. Nosotros bien, a Dios gracias.
Me alegra mucho poder darte buenas noticias. El libro de Antón Castro ya está en las librerías, Amostranza ha sido un éxito. Ya sabes cuanto ha trabajado Nacho López Susín en ese proyecto. El día 3 de diciembre nos juntaremos todos los amiguicos en Belchite. Estuvimos en Robres. Todo era como suponíamos. Víctor Pardo ha trabajado como un jabalí y ha montado la mejor exposición que ha habido en Aragón sobre la guerra civil. Ya sólo quedan unos pocos ejemplares de Los libros de la Guerra, el libro de Pepe Melero. Ignacio Martínez de Pisón ha ganado el premio Dulce Chacón por Enterrar a los muertos. Aún vamos a ganar la liga. Zapater, Aimar, Longás, Lafita, Sergio y los militos... todos están imparables.
El motivo fundamental de la presente no es otro que hacerte saber que estoy tan bien que hasta el gallo me pone.
Recibe un abrazo de tu siempre amigo, que lo es
víctor
PD: Abrígate, que los días son particularmente inciertos. No creas nada de lo que te digan y muy poco de lo que veas.

13 noviembre 2006

Hasta los animales leen

Golpes de Mar [Antón Castro]
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¿Qué tendrán los libros que hasta los animales leen?
Exposición Animalectores del CEIP de Fraga
[Mariano Coronas]
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"Desde que me convertí en el director de este colegio no ha pasado una semana sin que haya recibido al menos una lechuza con quejas por la manera en que llevo las cosas. ¿pero qué tendría que hacer? ¿encerrarme en mi estudio y negarme a hablar con nadie?"
Albus Dumbledore

11 noviembre 2006

El Museo Pedagógico de Aragón en Amostranza

El profesor Aranda impartiendo clases de aragonés

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"Precisamente, dando cuenta de estas vicisitudes, José Luis Melero despliega sus dotes enormes de narrador y su erudición extraordinaria y sugerente. Hay que decir, que todas las páginas de Los libros de la Guerra, se nutren, no sólo de los argumentos de las obras citadas y las historias de sus autores y protagonistas, también de sus incitaciones a leer otros libros, a conocer otros ambientes" [Víctor Pardo comenta Los libros de la guerra en Vademécum de la contienda]


Amostranza

Hoy. A las 19 h. se inaugura en la carpa instalada en la Plaza del Pilar, frente al ayuntamiento de Zaragoza, la muestra de la educación y la cultura aragonesa: Amostranza. [Ver programa (pdf]. El Museo Pedagógico de Aragón tiene un estand.
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El lunes ya estará a la venta Golpes de mar (Destino) el nuevo libro de Antón Castro, y el viernes 17 de noviembre se presentará en Madrid
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Ideas cebra. Han colonizado mi pensamiento, mi tiempo y mi corazón
Besos cebra: no puedo dejar de pensar en su boca
Proyectos cebra. Estoy metido en algo que no puedo confesar. Me internarían en un frenopático

05 noviembre 2006

Esperando

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No conocí a mi abuelo Emilio. Murió cuando mi padre tenía 12 años. Por eso mi abuelo fue mi abuelo Valentín. Hicimos muchísimas cosas juntos: viajamos en tren, fuimos al huerto de sus amigos a almorzar, le acompañaba a la taberna donde jugaba al guiñote, íbamos juntos a misa o al barbero, salíamos a tomar la fresca a La Porteta, le llevaba la cena al cine Lucero y luego volvíamos a casa de madrugada como si fuéramos dos viejos camaradas. Pero por encima de cualquier otra cosa, desde que tuve seis años, yo iba con mi abuelo Valentín a pescar. Si alguna mañana se marchaba sin mí porque me había visto dormir tan plácidamente que le había dado pena despertarme yo estaba enfadado toda la mañana. Luego comencé a ir solo a pescar. Mi abuelo se cansaba, le molestaba el calor y, además, se hizo viejo prematuramente y decidió marcharse. Unas semanas antes dejó encargadas magdalenas y pastas, compró unas botellas de anís y de coñac para que sus amigos se entretuvieran la noche que lo velarían. A partir de entonces todo lo he hecho solo. También he ido a pescar solo. He pasado miles de horas sentado a la orilla del pantano. Esperando que pasara algo. Creo que aquellas horas de espera explican mi capacidad para pasar días enteros mirando los pinos, mirando a las personas que quiero o mirando el cielo que miraba Paco Ponzán. Sin más. Esperando.

03 noviembre 2006

Religiones

Quede claro que yo nunca escribo sobre la facultad de ciencias humanas y de la educación (campus de Huesca) ni sobre las personas que allí trabajan. Voy a escribir sobre religiones, obispos, universidad (tampoco me referiré necesariamente a la de Zaragoza, que me alimenta y a la que procuro servir lo mejor que sé y por eso mismo, por mi compromiso con la Universidad de Zaragoza, he decidido poner por escrito algunas de mis ideas en lugar de estar paseando con mis perros mientras fuera, en el mundo real amanece el otoño). Antes de aventurarse a leer, el lector debe saber que del mismo modo que acepto lo de Su Graciosa Majestad, no voy a cuestionar los conceptos de Santa Sede y Estado Español. También debe quedar claro que respeto a Pilar González y que estoy radicalmente en contra de que la cesen para nombrar a otro, aunque sea "por la gracia de dios" o, quizá, precisamente por eso.
Después de leer la noticia de la manifestación que se celebró ayer en Huesca, y dejando claro desde donde escribo, creo que la gran reivindicación que hemos de plantearnos como ciudadanos, como estudiantes y como profesores es que no haya religión (ni católica, ni ninguna otra, por supuesto) en las escuelas ni en la Universidad. Imagino la extrañeza de los honrados ciudadanos cuando lean que los obispos españoles tienen la potestad de nombrar a un profesor para que imparta clase en un centro universitario. Supongo que nadie entenderá que en el siglo XXI entre el plan de estudios que cursan algunos estudiantes de la carrera de maestro se cuenten asignaturas como "Teología de la Revelación, Pedagogía y Didáctica de la Religión católica y Religión y Cultura". Y no sirve decir que son asignaturas no obligatorias (hasta ahí podríamos llegar). Supongo que nadie entenderá que a los estudiantes de la titulación maestro matriculados en estas asignaturas les den un título adherido al de maestro "te dan un certificado al acabar el año que se necesita si quieres entrar a dar clases en un colegio concertado o privado" -según explicaron algunos de los manifestantes al periodista de Heraldo de Aragón-. Hay que sacar la religión de la escuela (y de la universidad). Hemos de normalizar la vida pública, distinguir lo que son asuntos privados, asuntos relacionados con el derecho individual de las cuestiones que son de todos. En la Constitución Española se consagra la aconfesionalidad del Estado, etc. Nuestra Constitución ha de estar por encima de los acuerdillos entre el Estado Español y la Santa Sede.
Si esto hubiera pasado en tiempo de Evaristo Viñuales y de Paco Ponzán... Si se enteraran de que aún hay obispos como Ureña...

02 noviembre 2006

Noviembre corre que se las pela




Fernand0 y su familia estuvieron en el Museo Pedagógico de Aragón y ha colgado algunas fotos. Otro día nos visitó Carlos Tricas (no se pierdan el concierto para móviles que está preparando). Me hubiera gustado mucho coincidir con ellos.
Juan y Carmen dejaron su comentario en el Libro de firmas del Museo. [Gracias ; )]
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Noviembre corre que se las pela. El lunes recibimos en el Museo Pedagógico de Aragón a un grupo de profesores catalanes, franceses y aragoneses. El martes presentaremos Los animales y los vegetales de José Fatás Bailo, un precioso facsímile editado por Salvador Trallero. Estamos preparando las piezas que expondremos en Amostranza, la feria de educación que ha organizado José Ignacio López Susín para el ayuntamiento de Zaragoza.
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Estoy releyendo textos de María Sánchez Arbós. Además de la vigencia de su pensamiento pedagógico, los artículos de doña María son una muestra transparente de su inteligencia y de su sensibilidad. Me emociona leer: "no puedo menos de recordar en este momento las cariñosas discusiones que hemos sostenido con nuestro Sr. Cossío sobre este punto". Qué país nos robaron...
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Mi amigo Javier Herrero [Jardinería Herrero] ha ganado el premio al mejor estand en la feria ExpoCaspe.
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A Zaragoza o al charco, qué cojones.


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01 noviembre 2006

Tolosantos

"Somos igual que nuestra tierra, suaves como la arcilla duros del roquedal" [audio]
José Antonio Labordeta
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"Cantaba el pajarico
a la orilla del mar.
Si pica se muere
y si no pica más"

Si pica, se muere y si no pica más... la crónica de mi vida

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Tolosantos. En mi infancia, éste era el día de las visitas al cementerio para recordar a personas que entonces, cuando era niño, no había conocido. Me parecía que siempre se morían otros, que siempre habría en los cementerios personas que habrían querido otros, pero que las personas que amaba yo no morirían nunca. No tenía, ay, muertos propios.
Mientras ella arrancaba las hierbas, limpiaba el mármol en el que podían leerse los nombres de sus padres y el de su marido, yo le preguntaba cosas de niño: "¿ellos saben que hemos venido?"... "¿Les gustará que dejemos estas flores?"... "¿A ti también te enterrarán aquí debajo?"...
-- Pero yo no quiero que te mueras nunca.
-- Que no me voy a morir, hombre...
Y me abrazaba con las manos aún cubiertas por aquella tierra sagrada que guardaba su memoria. Ella sabía que un día yo lloraría allí mismo, sobre la tierra reseca, las lágrimas de los perdidos y de los desamparados.
Tolosantos. Día de comidas familiares, de rituales mágicos como las pequeñas candelas que se dejaban encendidas toda la noche flotando en aceite. Día de las representaciones de Don Juan en Estudio 1, aquel teatro de la tele en blanco y negro. La tele era siempre Televisión Española.
Aunque hiciera calor, por las tardes ya había fuego en casa.
Y una cosa más: guardo en el recuerdo el color de las últimas hojas de los árboles: los tonos dorados e irrepetibles de esos días.
Que tengan ustedes felices recuerdos y pasen un buen día de Tolosantos.

[Tolosantos es un texto de mi archivo]

30 octubre 2006

Mala leche

Cuando le practicaron la prueba de malrollismo, triplicaba el máximo de mala leche permitido.

29 octubre 2006

La hora perdida



Nos devuelven en este veranillo de san martín la hora que nos robaron en primavera. Nos la devuelven sin intereses de demora, sin una nota de disculpa.
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18·30. / Borradores

28 octubre 2006

Caballeros y escuderos

- No hagan ruido... el webseñorito duerme


Por unas cosas y por otras, en los últimos meses me está ocurriendo algo que yo pensaba que jamás me sucedería: borro mis propios textos. Escribo para esta web, que siempre he creído que era un espacio libre, y luego elimino lo que he escrito. Por muchas razones. Pero no tiro las frases, los feticos de las ideas. Se quedan en el disco duro. Quizá en ese detritus de la escritura se encuentre las razones de mi vida o quizá allí se escondan las primeras líneas de mi próxima novela.
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Caballeros y escuderos. Hay una isla. Un lugar habitado por dos clases de personas: caballeros y escuderos. Los escuderos mienten y traicionan siempre, y los caballeros nunca. Un habitante de la isla le dice a otro: te mentiré y te traicionaré. ¿Quién habla un caballero o un escudero?
(Tomo esta adivinanza de La carta esférica de A. Pérez-Reverte)

26 octubre 2006

La [i]racionalidad de la rotonda

El más vendido

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El rotondismo. El modelo Rotonda de la MAZ (hay que leer varias veces al día a Mariano Gistaín) es el paradigma de la racionalidad de las obras y reformas. Un botón de muestra: hace un par de años, colocaron quitamiedos a ambos lados de la estrecha carretera de Garrapinillos. Los peatones no podían ni acercarse a las paradas de autobús. Estos días la carretera está cortada en dirección Zaragoza. Están ensanchándola (arrancando los quitamiedos que con tanto mimo colocaron hace nada). Nos esperan nueve meses de obras. Lo hacemos todo varias veces y lo hacemos casi siempre mal.
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Lo de los bienes de la Franja y tal, Salinas. Lo cuenta mejor que nadie Marisancho. Hay que seleccionar un comando de elite de infanticos del Pilar y organizar una operación rescate. Ya vale de estudiar la posibilidad de movilizarnos o de que los alcaldes se reúnan a ver si le escribimos al Papa.
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En Tauste tuvo que ser. Que inhabiliten de una vez a este tal monseñor Ureña.

25 octubre 2006

El balcón de la ciudad


La ciudad serena me invitaba a contemplarla desde los enormes balcones del ayuntamiento. La sala de Fernando el Católico sin Fernando el Católico resultaba casi acogedora. Dicen que Marín Bagüés no tuvo un buen día cuando pintó el retrato del monarca que tanto monta, monta tanto. Zaragoza es una mujer madura que nos sostiene imperturbable la mirada, segura de sí misma, con quien pasaríamos más de mil y una noches de insomnio, pasión y palabras sin terminar de conocerla, sin que sus secretos se agotaran, una mujer sorprendente, siempre nueva, propicia y enérgica. No sé cuando volveré a asomarme a la vida desde aquí. En estos balcones celebraremos la Champions, pero quizá los nervios no me permitan hacer fotografías. Por eso he quitado esta fotografía con mi qtek para recordar que una mañana de otoño la ciudad me invitó serena a contemplarla desde los enormes balcones del ayuntamiento.

24 octubre 2006

Quitamos unas fotos


Que me den un tozolón
el día que yo me muera
si he vendido la guitarra
o dejo la bota llena

La jota ayer y hoy2
Discolibro de Prames

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Paso tardes enteras mirando mi álbum de fotos. A veces me parece escuchar las voces de las personas que me acompañaban y que llevaré siempre conmigo. La vida detenida, la vida atrapada en un trozo de papel. Mientras sostengo estas viejas fotografías en blanco y negro mis ojos continúan las escenas o recuerdo lo que pasó justo antes de que alguien quitara la fotografía (mi amigo Luis Iglesias, o pardal, siempre dice "quitamos unas fotos". Será así. Robarle el tiempo al tiempo. Prolongar el instante). Recuerdo cada regalo de esa noche de reyes, el resultado del partido de fútbol, el sabor de bocadillo que sostengo en la mano, mis enfados cuando tenía que ponerme aquellos pantalones cortos que eran muy cortos... Me gustan las fotografías en las que soy un actor de reparto. Los cumpleaños de otros, las fiestas de otros, las celebraciones de otros. Mirando mis viejas fotografías me pregunto cómo pude ser tan feliz, por qué nací en mi casa y tuve aquellos amigos. (...)

22 octubre 2006


Hoy, a las 18:30, Borradores
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De buena mañanica he escrito un texto breve sobre el Museo Pedagógico de Aragón. Me lo pide Pablo Celada para las páginas amarillas (información y documentación) de la Revista de Historia de la Educación. He encendido la chimenea más por la compañía de las llamas que por el frío y porque así esta noche tendré brasas para asar unas patatas. Patatas asadas y longaniza de Graus. Dan ganas de que anochezca. He matado una culebra. No era una pitón, pero era una culebra. Tengo, al menos, dos secretos. Leo los blogs y las webs de mis amigos. Pienso que cualquier día dejaré de actualizar esta página. También pienso que me gusta vivir. Vivir, en general. He tenido suerte, sobre todo, con el casting de mi vida. Alguien ha puesto cerca de mí a gente estupenda ("que maja es la gente maja", como escribía Marisancho). También tengo varios proyectos que debería cerrar y entregar, pero me gusta vivir entre proyectos y me cuesta mucho despedirme de ellos. A ver si anochece.

21 octubre 2006

Aprender a convivir






¡¡¡ Viva Javier Torres !!!

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Yo vivo solo, pero ustedes tendrán que aprender a convivir con el mejillón cebra
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18 octubre 2006

Aniversario de Palabras sencillas

"Heraldo Escolar", el suplemento de educación de Heraldo de Aragón publica hoy un reportaje de Silvia Rubio sobre el Museo Pedagógico de Aragón
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Aniversario de Palabras sencillas
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Blanca y yo vimos juntos el gol de Nayim. Eso nos unirá para siempre. Yo grité, ella se asustó y lloraba. Luego nos abrazamos. Eso fue todo.
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Me escribe Pepe Melero y me dije que ya tiene el estupendo catálogo de la Guerra Civil en Aragón, la exposición de Víctor Pardo y Ángela Cenarro.

15 octubre 2006

La vida abandonada



Cuando miro esta imagen pienso en la vida, en las personas que fueron felices, se echaron de menos, lloraron, se enamoraron, estuvieron tristes, enterraron a sus muertos, tuvieron miedo y sed, se sintieron confundidos, débiles o satisfechos. Gentes que cantaban y vieron llover. Siempre llueve como llovía y el sonido de la lluvia es una melodía de la ausencia, pero no podemos vivir haciendo recuento de lo que no tenemos, de lo que nos falta. No podemos vivir extrañando permanentemente a quienes ya no nos acompañan. Por estas calles se cruzaban gentes que esperaban que amaneciera, cesara el viento, cayera el sol y bajara la calor. Esperaban para nada, esperaban por esperar. Y vieron crecen a sus hijos y encendieron fuego para protegerse del frío. Miraban el cielo, se sintieron únicos e irrepetibles, inteligentes y torpes. Gentes que fueron buena gente o miserables que jodieron a sus vecinos. Pensaban, perdieron la esperanza, fueron héroes, estuvieron dispuestos a morir, algunos murieron. Gentes irrepetibles que se sintieron poderosos, desafiaron la voluntad de dios. Gentes con coraje que levantaron la casa con sus manos. Gentes que le robaron palabras al silencio para demostrarse que estaban vivos.

[Marisancho Menjón me envía esta fotografía de la escuela de Santolea. "En la parte baja estaba el salón de baile; en la primera planta, la escuela de niñas, y en la segunda la de niños. Quienes me acompañaban, ya muy mayores ellos, tenían un buen recuerdo de aquella escuela".
Recoger las imágenes de estas escuelas abandonadas podría ser un interesante proyecto. José Luis Capilla publicó hace unos meses un comentario sobre otra escuela abandonada].

14 octubre 2006

La vida empieza mañana



Se me pasan los días sin sentir. Pronto estaremos en tolosantos, serán ferias en Caspe y Javier Herrero montará stand propio con cosas de jardín y de piscina. Ayer estuve en la ciudad. Como un safari humano. Me alegro mucho de no tener veinte años. Es casi seguro que no me compraré una oveja, pero ya he empezado a hacer el box para el caballo. El miércoles, "Heraldo Escolar" publicará un amplio reportaje en páginas centrales sobre el Museo Pedagógico de Aragón firmado por Silvia Rubio. Las fotografías son de Javier Pardos. A Marisancho le gustaba estar en la foto de mis amiguitos y a mi me gusta leer todo lo que ella escribe. Son las ocho y veinte. Enseguida me acercaré, como cada semana, al Mercado Central. Luego me compraré una sierra. A mi frutera le gusta tanto Alberto Zapater que me decía que se daría de baja como socia si el chaval no renovaba con el Zaragoza. A mí también me cae muy bien por el detalle que tuvo con el padre de Luis Alegre. El día del Pilar Zapater dijo en la tele que los aragoneses llevamos lo de la virgen del pilar dentro de nosotros. "Yo voy todos los años a ver cómo han quedado las flores. Además voy muchas veces a ver a la virgen". Ir a ver a la virgen a aunque seas ateo. Leo el comentario de DuST en el blog de Javier Torres: impecable, chaval. Lo de Javier Burbano es tan escandaloso que no lo contaré aquí. Anda el hombre en París... Ya es otoño y estoy de los nervios. En unos días estará en las librerías el último libro de Antón Castro, publicado en Destino. Mañana Pepe Melero viajará a San Sebastián, acompañando al aquipo. Nos traeremos media docena de puntos de Anoeta. Mañana empieza de verdad la liga, como la vida. Mañana, siempre mañana.

10 octubre 2006

El talento de las moscas

Ayer recibimos el primer lote de libros que solicitamos al Centro del Libro de Aragón que dirige José Luis Acín. Pretendemos que el Museo Pedagógico de Aragón se convierta en un centro de documentación al que puedan acudir investigadores y estudiosos interesados en la historia de la educación y de la escuela.
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Fin del rodaje de El talento de las moscas. Las últimas escenas de esta película se grabaron ayer en el Museo Pedagógico de Aragón. Si encuentro mi cámara, colgaré fotografías. Si la he perdido, aprovecharé para comprarme otra, más humilde que la de José Antonio Melendo o la que estos días estrena Javier Burbano (no contaré aquí lo de su viaje a París porque es un escándalo y no es bueno despertar la envidia del prójimo).
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Homenaje a Brigadistas en Zaragoza. UNA TREINTENA de combatientes de las Brigadas Internacionales serán hoy homenajeados por el Partido Comunista de Aragón y premiados por la Fundación Lola Soler Blánquez, con motivo de la celebración del 70 aniversario de su creación. La entrega de los galardones se celebrará en el salón de actos del colegio Joaquín Costa a las ocho de la tarde (El Periódico de Aragón).

08 octubre 2006

El inseparable



El inseparable o agaporni es un pajarico que sólo sabe vivir en compañía. El pobre está condenado a aguantar a alguien. A quien sea. Ni siquiera puede elegir a un compañero inteligente, valeroso, generoso o amable. Al inseparable le da lo mismo como sea quien le acompañe.
Hay pocas cosas que importen tanto como poder elegir a las personas con quienes compartiremos los proyectos, los sueños, las ilusiones, las lágrimas, el sudor, los amaneceres, los besos, los miedos, la risa, la cama, la saliva, el plato, la bolsa de la ropa sucia, los viajes, el pan, el cortauñas, la sal, el retrete, las debilidades, los mocos, los trabajos y las enfermedades, el aire de respirar para vivir y el aire que refresca nuestro rostro... Aunque a los demás les parezca que nos equivocamos, que formamos una extraña pareja, aunque les resulte incomprensible que dediquemos ni un segundo de nuestra existencia a la persona que hemos elegido, a quien hemos querido querer.
En caso de no poder elegir, no hay que temer la soledad. Entonces es la mejor compañía. La soledad es, a veces, el precio de la inteligencia, el precio de la independencia. [Ma solitude]

07 octubre 2006

El blog de Guillermo

A estas horas ya tendremos campeón del mundial de jota, o lo que es lo mismo, campeón del certamen oficial de jotas ciudad de Zaragoza [Mañana es la gran final]
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Hoy es la fiesta de Miguel Mena: Hijo adoptivo de la ciudad de Zaragoza. Me alegro por Miguel y me alegro mucho por la ciudad que premia y distingue a ciudadanos que lo merecen
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Mi hijo Guillermo ha abierto un blog

Setenta años después

"Yo, sin mis amigos, sería un pobre imbécil"

Luis Alegre

Hoy se inaugura en Robres (Huesca) La Guerra civil en Aragón (1936-1939). 70 años después

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"Os comunico que ya hemos colgado en la red la versión digital del número 3 de la revista sobre recuperación de la memoria histórica que publicamos en nuestro instituto, el IES. "Sefarad" de Fuenlabrada (Madrid).Nuestros alumnos y los profesores que participamos en esta experiencia deseamos que os satisfaga tanto como a nosotros nos ilusiona hacerla".La dirección web es: http://www.entresiglos.es/
Un cordial saludoFernando Hernández SánchezDto. de CCSS, Gª e HistoriaIES. "Sefarad"Camino del Molino, 328943 Fuenlabrada (Madrid)

06 octubre 2006

el caballo y la oveja

Me compraré un caballo. Los caballos no saben vivir solos. Necesitan tanto la compañía que se vuelven melancólicos y pueden enfermar de soledad. Claro que tampoco son muy exigentes al elegir sus amistades. Metiéndoles una oveja en la cuadra ya les basta. La oveja les entretiene. Quizá también compraré una oveja. O dos.

04 octubre 2006

adsl

Víctor Pardo Lancina vino un momento al Museo Pedagógico de Aragón. Llegó en ropa de faena, con una camiseta en la que apenas pude leer una ácida viñeta de El roto. Traía la cara de quien sabe que está al final de un largo proyecto al que le ha dedicado miles de horas en los últimos años. El viernes 6 de octubre se inaugurará en Robres (Huesca) La Guerra civil en Aragón (1936-1939). 70 años después. Ángela Cenarro y Víctor son los comisarios de la mejor exposición que se ha organizado nunca en Aragón sobre este tema. Tensión en el ambiente.
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Conocí a Miguel Ibáñez Macías, jovencísimo investigador que está haciendo la tesis doctoral bajo la dirección de Miguel Ángel Ruiz Carnicer. Me recordé a mí mismo hace más de quince años en el despacho de Eloy Fernández Clemente.
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Ya tenemos adsl en los despachos del Museo Pedagógico de Aragón
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Atrapado en el atasco de la rotonda de la autovía de Huesca tuve una idea genial. Ya está en el depósito de las ideas geniales-imposibles.

30 septiembre 2006

VICENTE MARTÍNEZ TEJERO

Vicente Martínez Tejero o la bibliofilia en estado puro
José Luis Melero Rivas
Letras Aragonesas, Nº 3, septiembre de 2006


Aragón ha sido tierra fértil en grandes bibliófilos. Aquí nacieron, entre otros muchos, Benedicto XIII (cuya excelente biblioteca inventarió el profesor Galindo Romeo en 1929), Lastanosa, los marqueses de Ayerbe, Martín y Francisco Zapater (cuyos libros irían con el tiempo a parar a manos de los hermanos A. y J. de San Pío, uno de ellos, Álvaro, catedrático en nuestra Universidad, quienes en 1907 editarían el catálogo de su biblioteca en dos rarísimos volúmenes hoy inencontrables), Francisco Manuel de Moner y Siscar (que reunió en Fonz una extraordinaria biblioteca e imprimió él mismo libros en aquella localidad) y Juan Manuel Sánchez, aquel legendario médico de la Armada a quien debemos, entre otros libros, las ya clásicas Bibliografía zaragozana del siglo XV y Bibliografía aragonesa del siglo XVI y que, según contó Pedro Vindel en sus memorias, fue dueño en su momento de la mejor biblioteca que había en España, que desgraciadamente tuvo que vender en 1920 "por grandes pérdidas sufridas con otras aficiones distintas a las de los li­bros". Juan Manuel Sánchez, que firmó alguno de sus libros no con su verdadero nombre sino sólo como "Un bibliófilo aragonés", utilizó en su ex-libris y en las cubiertas y portadas de aquéllos un lema memorable que se ha hecho ya clásico: "Todo por Aragón y para Aragón". Pues bien, Vicente Martínez Tejero es el más importante bibliófilo aragonés desde los tiempos de Juan Manuel Sánchez (quizá haya en Aragón una o dos bibliotecas similares a la suya pero pertenecen a bibliófilos de corte coleccionista que carecen de proyección social y perfil investigador) y su digno sucesor en el trono de la bibliofilia aragonesa. Le une a nuestro bibliógrafo una misma pasión por Aragón y una misma vocación investigadora que le ha llevado a publicar numerosos libros y artículos en la mejor tradición de los grandes bibliófilos como Gallardo, Rodríguez Moñino, Miquel y Planas (de quien decía Sagarra que tenía "un aire de cura antiguo, de los que se tomaban una copita de ratafía cada domingo y conservaban flores disecadas en el breviario") o Sainz Rodríguez.
Un bibliófilo sólo debe aspirar a tener un cierto reconocimiento social cuando se den en él dos circunstancias o características que lo hacen singular: que sus libros estén a disposición de la sociedad en la que vive y trabaja, y que esos libros le sirvan para investigar y den origen a diferentes publicaciones. Si un bibliófilo reúne un gran número de libros pero nadie tiene acceso a ellos, ¿qué ganan sus conciudadanos con la existencia de esa biblioteca? Y si no lee y estudia esos libros ni publica sobre ellos ¿qué beneficio intelectual obtiene la sociedad por contar entre sus miembros con ese bibliófilo? El bibliófilo que así actuara sería sólo un coleccionista o acaparador de libros, un bibliómano con tintes patológicos, que en poco o nada se diferenciaría de un vulgar coleccionista de vitolas de puros o alfileres de corbata.
Así pues el bibliófilo que aspire a ser útil a su comunidad no puede ser ágrafo ni avaro. Por el contrario, ha de ser generoso con sus libros y debe escribir sobre ellos. Vicente Martínez Tejero posee esas dos cualidades: una generosidad desmedida, que le ha hecho prestar sus libros a cualquier investigador que se los solicitara -yo le digo medio en broma y medio en serio que tampoco es necesario que los deje con tanta alegría y ligereza porque crea malos precedentes, y que sería suficiente con que facilitase su consulta en casa como hace uno-, y una importante vocación intelectual que le ha llevado a publicar numerosos libros y artículos.
La biblioteca de libros aragoneses de Vicente Martínez Tejero es, sin ningún género de dudas, la más importante que existe actualmente en Aragón. Comenzó a comprar libros hace ya cincuenta años, siendo estudiante de Farmacia en Barcelona, y no ha parado de buscar los mejores y más raros ejemplares hasta el día de hoy. En ella se encuentran representados todos los libros aragoneses más importantes de las más variadas materias: de Derecho y de Medicina, de Historia, Filología y Literatura, de Ciencias y Artes, de Farmacia, de Botánica.... Ningún libro ha sido ajeno al interés de Vicente Martínez si era importante para Aragón. Y no ha escatimado esfuerzos en conseguir los libros más exquisitos y singulares, aquellos que por su rareza apenas nadie conoce, los más delicados por sus encuadernaciones o por sus dedicatorias autógrafas, los que proceden de otras bibliotecas importantes por atestiguarlo así sus ex libris o marcas de propiedad, y también los libros de apariencia más humilde, aquellos que quizá no sirvan para vestir los plúteos de las bibliotecas de las casas distinguidas pero que almacenan sabiduría en cada una de sus páginas.
En la biblioteca de Martínez Tejero se encuentran las primeras ediciones de Zurita y de todos los Cronistas de Aragón, de Gracián, de los Argensola, las primeras Crónicas de Aragón, los más importantes libros de Derecho aragonés y las más antiguas recopilaciones de nuestros Fueros, todas las bibliografías y las historias locales, los libros de fiestas, los más raros poemarios de las vanguardias, los libros de Ramón y Cajal y de Odón de Buen, de Jarnés y Sender, de Servet y de Andrés Piquer, de Ángel Samblancat y Miguel de Molinos, de Nipho y Jerónimo Borao, del general Burguete y de Isidoro Villarroya. Así hasta casi el infinito. Su valor científico y cultural es incalculable.
Es muy difícil además que nadie llegue ya a formar una biblioteca de la importancia de la suya. Hoy día los grandes libros apenas salen al mercado y cuando aparecen lo hacen a unos precios tan elevados que imposibilitan en la práctica su adquisición. Vicente Martínez conoció una época en la que todavía se podía comprar a unos precios razonables, en los que la competencia con otros bibliófilos e instituciones públicas y privadas no era tan dura como ahora. Eso le permitió conseguir esos maravillosos libros que son la envidia de todos los que los conocen.
De ahí la importancia extraordinaria de que esa biblioteca permanezca en Aragón. Porque conseguir reunir otra biblioteca unitaria –con Aragón como tema central- de ese alcance y magnitud es, como digo, tarea ya irrealizable. Con grandes esfuerzos (como se está haciendo por ejemplo en las Cortes de Aragón gracias a los desvelos de Guillermo Redondo y al patrocinio de una entidad de ahorro) podríamos encontrar algunos de estos libros, quizá un veinte o un treinta por ciento del total. Pero ¿cómo conseguir esa biblioteca en su plenitud, con la práctica totalidad de los libros aragoneses más importantes? Sería hoy una labor casi imposible, que Martínez Tejero ha podido hacer realidad después de toda una vida dedicada a los libros antiguos.
Parece que Vicente Martínez va a donar esa magnífica biblioteca al pueblo de Aragón, representado en este caso por su Gobierno. Pocas veces un ciudadano hace gala de un gesto tan desprendido y magnánimo. Ese acto de generosidad le honra y todos debemos estarle agradecidos. Extraordinariamente agradecidos, diría yo, pues se trata del mejor tesoro cultural con el que podría soñar cualquier sociedad que se precie. Cincuenta años buscando los mejores libros, pagándolos de su bolsillo, para acabar regalándonoslos a todos. Es ciertamente una actitud tan ejemplar como inusual y la mejor muestra que podría presentarse del ciudadano culto, cultivado, progresista y comprometido con su territorio. Creo por ello que nuestro Gobierno debería valorar extraordinariamente esta donación (pues siempre existe la tentación de no reconocer suficientemente el valor de lo que no se ha obtenido con esfuerzo), homenajear a Vicente Martínez de la mejor de las maneras posibles, otorgarle las más altas distinciones y, sobre todo, cuidar de sus libros con el mayor de los esmeros: es la mejor herencia que van a recibir los aragoneses del mañana.

27 septiembre 2006

Lo primero fue contar

Melero Rivas, José Luis, Los libros de la guerra. Bibliografía comentada de la Guerra Civil en Aragón (1936-1949), Zaragoza, Rolde de Estudios Aragoneses, 2006.

Leer es un placer, un vicio secreto y en algunos extremos una perversión. En cualquier caso, leer es una posibilidad que hay que conquistar porque implica un esfuerzo consciente y una inversión considerable de tiempo, de ilusión y de confianza en la promesa que los libros encierran y que no es otra que la remota posibilidad de encontrar en sus páginas secretos que nos harán mejores, más sabios, más felices, o nos ayudarán a soportar la vida y a entendernos mejor. Antes de conquistar la libertad que supone el aprendizaje de la lectura escuchábamos las historias que nos contaban las personas que más nos amaron y que junto a las narraciones nos regalaron la palabra protectora, un refugio seguro contra la soledad y el desamor. Por eso creo que el placer de leer es superado por el placer que despierta en nosotros el acto de generosidad que supone que una persona a quien respetamos, valoramos o queremos nos cuente lo que ha leído, lo que ha vivido, lo que sido. Entonces conocemos las historias desde la mirada de otro, desde la biografía y desde las lecturas previas de quien nos cuenta.
Hace mucho tiempo, José Luis Melero Rivas (Zaragoza, 1956) decidió leer, leer para vivir, “leer trece veces por minuto”. Los libros de la guerra. Bibliografía comentada de la Guerra Civil en Aragón (1936-1949) se ha cocido al fuego lento de esta pasión de Melero por la lectura. Varias décadas después de ser lector, José Luis Melero decidió contarnos aquello que había leído. Estoy seguro de que yo no hubiera sido capaz de leer esos 128 libros (ni los miles de libros que es necesario haber leído para entender este centenar y cuarto de obras).
El resultado es un libro cargado de erudición, brillante y ameno que se lee con una sensación de fastidio al comprobar que –irremediablemente- se agota el alfabeto y que con las letras se agotará el repertorio de libros que el autor ha seleccionado.
Sabemos que entre las obras comentadas hay un libro realmente malo “uno de los peores libros que uno ha leído nunca”. En una ocasión, Pepe Melero recuerda el surrelismo de Mariano Sebastián, conocido como Pichorretas, el genial pastelero de Aguarón que se confesaba “autor de lo peor que se ha publicado hasta el día”. Por Los libros de la Guerra sabemos que Albalate del Arzobispo se llamó Albalate del Luchador y también sabemos que si se hubieran aceptado los argumentos de Gimeno Riera cuando afirmaba que “El mar de España debe ser para todos los españoles” ahora Zaragoza tendría una playa en Benicarló o en Los Alfaques. Podemos imaginar la miseria, el romanticismo, el dolor, la crueldad que presidían aquellos días. Melero no cae en la tentación de suavizar algunos terribles episodios: la mutilación y agonía del obispo de Barbastro, el asesinato de Ramón Acín y de Conchita Monrás, el ensañamiento con algunas familias caspolinas, la frialdad de las confesiones (“he matado a 110 personas”). También tenemos noticia del insólito encargo que recibió mosén Jesús Arnal de sacar de Bujaraloz a todas las mujeres que habían llegado con los milicianos, trasladarlas a Sariñena y devolverlas a Barcelona...
La sabiduría de Melero jamás parece pedantería. Nos podría hacer sentir ignorantes, abrumarnos con su conocimiento y su portentosa memoria, con todos los saberes que ha atesorado durante una vida dedicada a la lectura. Pero Melero escribe sin estridencias, sin esperar nada a cambio, sin otra pretensión que contar. Leer a Pepe Melero es como si una noche serena, después de una cena en Villa Albina, tuviéramos el privilegio de escuchar a José Oto cantar una magallonera amoninico. Pepe Melero escribe con la misma humildad que el agua menuda hace barro y fecunda la tierra: sin hacer ruido, sin molestar a nadie, sin innecesarios alardes de erudición. Sin trampa ni cartón.

Víctor Juan

Mañana, jueves, a las 20 h., Víctor Pardo presentará Los libros de la Guerra en el Museo Pedagógico de Aragón.

25 septiembre 2006

Dios es negra



Dios es negra. Hay -o había- una pintada en una plaza de La Almunia de Doña Godina que afirmaba contundentemente que dios es negra. Quizá se trate de una revelación. Ángel Vergara me contaba que cuando los Titiriteros de Binéfar tenían que actuar en La Almunia siempre quedaban en la Plaza de dios es Negra.
Ahora Marisancho Menjón cuelga en su blog una imagen teológica: dios es Inalámbrico También podía dar nombre a una avenida del recinto de la Expo.

24 septiembre 2006

Cruz Barrio

Hay ciudades a las que, como a algunas mujeres, todo les sienta bien. Ayer llovía y Barcelona se mostraba acogedora y amable con los ciudadanos. Paseé por el Puerto Olímpico y luego por las Ramblas y por la Plaza de Cataluña. Siempre imagino la ciudad rojinegra y a los hermanos Carrasquer defendiéndola de los sublevados. Ayer se celebraban las fiestas de La Merced. Había casetas de la feria del libro antiguo. Compré Programa de Física de Julián López Catalán, un maestro que nació en San Martín del Río (Teruel), que ejerció en Zaragoza y después en Barcelona y a quien mis amigos catalanes lo creen tan suyo, y lo quieren tanto, que hasta lo llaman Julià López Catalán. También he leído en alguna ocasión que hacían catalán a Odón de Buen y a Martínez Vargas. No sé si algún día harán lo mismo con Federic Jiménez Losantos o con Lluis Roldán.
En la Plaza de Cataluña me ha ocurrido algo que demuestra que en la infancia de Antón Castro llovían ranas y que los golfiños de Barrañán le acariciaban las piernas cuando se bañaba en aquellas aguas.
- Perdona, ¿puedo hacerte una pregunta?... ¿Tú eres Víctor Juan?
- Sí, pero... no sé de qué podemos conocernos o dónde hemos coincidido...
- Yo entro todos los días en tu página web. Primero entro en la web de Mariano Gistaín, luego en la de Antón Castro, de allí paso a la tuya y termino con la de Mariano Coronas y la de Herminio Lafoz.
Como diría mi madre: si me pinchan, no me encuentran sangre. He tenido un pensamiento explosivo:
- Tú tienes que ser Cruz Barrio, la bibliotecaria del Centro Aragonés de Barcelona.
- Sí. Soy Cruz.
[Mi encuentro con Cruz Barrio ha sido muy emocionante. Aún me pregunto cómo me ha conocido. Tampoco sé cómo se me ha ocurrido mientras hablábamos que ella podría ser Cruz Barrio, la legendaria bibliotecaria de Centro Aragonés en Barcelona].
Iremos al Centro Aragonés de Barcelona. Dentro de unas semanas presentaremos allí Los libros de la guerra (la tercera o cuarta edición).

20 septiembre 2006

El ateneo

Ayer estuve en Madrid. Es la primera vez que no dudé en cada rotonda o en cada paso subterráneo. Soy de esos tipos que cada vez que existe una mínima posibilidad se equivocan. Pero ayer no me perdí. Creo que todo es un problema de autoestima, de confianza en uno mismo. Dejé el coche donde había previsto dejarlo y abandoné la Corte sobrepasadas las 22 h. Ni siquiera que vi atrapado en un atasco o me engulló una tuneladora municipal. Comí en la Plaza de Santa Ana, junto al Teatro Español donde Antonio Machado hizo pequeños cameos. Como los lugares están asociados a canciones yo temía que se me "acercara una petarda faltona diciendo que es amiga de Pachito Varona". Entré en algunas librerías de viejo y tuve un par de primeras ediciones de Pedro Saputo en las manos, pero no quise comprarlas. También estuve sentado en un banco la Plaza de Las Cortes. Tiene razón Labordeta: es imposible distinguir a los diputados de sus guardaespaldas. Se ha impuesto definitivamente el horterismo. Además, en determinados círculos, en Madrid no eres nadie sin chofer. Me habían invitado a dar una charla en el salón de actos del Ateneo. Antes paseé bajo la mirada indiferente de algunos los más notables ateneistas de Madrid: Emilia Pardo Bazán, Joaquín Costa, el Conde de Romanones, Luis Buñuel, Juan Ramón Jiménez...

16 septiembre 2006




Todo empezó cuando el 25 de noviembre de 2004 escribí en la web esta nota. Pepe Melero me llamó emocionado y decidimos hacer la caja de música de Ramón Acín.

La cajita de música
Hace unos meses, cuando preparé un rincón de esta e-casa para reunir algunos materiales sobre Ramón Acín escribí:
"Me emociono cada vez que José Manuel Ontañón cierra los ojos y entona el Lied que sonaba en la cajita de música que Ramón Acín tenía en su estudio. Era una jaula en cuyo interior revoloteaba un pajarillo acompañando la melodía. Esta cajita de música y el esqueleto encandilaban a los hermanos Ontañón cuando acudían con su madre, mi María Sánchez Arbós, a casa de los Acín, a jugar con Sol y Katia".
José Manuel Ontañón me envió la partitura que encabeza esta página, y el título del Lied que sonaba en la cajita de música de Ramón Acín. Por eso ahora podemos escuchar esa melodía. La misma melodía que escuchada Ramón Acín.

15 septiembre 2006

Los libros de la guerra

En la peor de las contiendas también hay detalles de generosidad [Mariano García entrevista en Heraldo de Aragón a José Luis Melero]
Martes, 19 de septiembre: presentación de Los libros de la guerra
"esta ansia por la salida al mar lo explica José Luis Melero en su formidable western transversal Los libros de la guerra. Bibliografía comentada de la Guerra Civil en Aragón (Rolde), una antología de espantos, un destilado de erudiciones infinitas" [Mariano Gistaín]

14 septiembre 2006

Un buen día

Por un momento he creído que hoy sería mi gran día. Cuando escribo son las cinco menos diez de la tarde. Si fuera torero me estaría ajustando la taleguilla, colocándome la montera y el paquete en la posición correcta después de sentirme aliviado tras haber echado la meadilla del miedo. Pero ni siquiera me gustan los toros. A pesar de eso son igualmente las cinco menos diez de la tarde.
Mi gran día ha empezado pronto. Como siempre, me he despertado a las 6:30. Cuando estaba completamente enjabonado ha comenzado a sonar el despertador de la qtek. He pensado que estaría encima de la mesilla y he salido de la ducha chorreando agua y jabón para desactivarla y evitar que se despertara toda la familia y, sobre todo, para impedir que me tiraran la qtek por la ventana. No la he encontrado, he vuelto al baño y allí estaba, debajo de la toalla.
Al bajar por las escaleras he oído un agudo pitido ¿qué será eso? ¡la alarma!!! ...he llegado por los pelos para desactivarla. Con el corazón en la garganta me he preparado el primer café.
He roto una taza, me he cortado al afeitarme, y al ir hacia el coche he pisado una plasta de perro, de uno de mis queridos perros. Entonces he sabido que hoy sería definitivamente un buen día.
Como iba en la reserva, en la primera gasolinera de la autovía he puesto gasóleo. El día apuntaba maneras. No me apetecía quedarme tirado en la carretera. He debido elegir el surtidor que utilizan los camiones y la manguera no cabía en el agujero del depósito del coche. El tamaño, ya se sabe. Me ha costado casi 10 minutos meter 50 euretes de combustible.
Al llegar a Huesca no he encontrado sitio hasta la tercera vuelta a la manzana. Cuando he querido echar un euro en la máquina me dice que me dirija al parquímetro más próximo que ese está fuera de servicio. Una mierda. Aunque no diluviara no iría a buscar otra máquina. Que me detenga la guardia civil, pero no estoy obligado a tanto. Cuando he terminado de atender las múltiples dudas, consultas y reclamaciones de los estudiantes me he encontrado una multa en el limpiaparabrisas. "Estacionar sin ticket en la calle Balentín Carderera". La ortografía me exime de pagar la sanción. Cualquier juez -hasta el juez que ha paralizado las obras de La Romareda- me daría la razón.
En la plaza del Mercado he comprado flores para mi hija. Tiene 11 años. Que me mire es un regalo. Pronto, dentro de treinta o cuarenta años, empezará a ir con chicos. El día que algún gilipollas le regale flores se me partirá el alma.
He llegado casi tarde a recoger a los hijos. He preparado la comida, no funciona el correo electrónico, no avanzo en la media docena de proyectos que tengo entre manos... En fin, aún queda día, pero no sé si este será mi gran día.

13 septiembre 2006

Un fumador que no gasta tabaco

Dejé de fumar en el peor momento: dos días antes de defender la tesis doctoral. De nada me sirvieron los consejos de mi familia ni los avisos de mis pulmones: dejé de fumar cuando me llegó la hora de hacerlo. Ahora se cumplen diez años desde que no gasto tabaco. Dejé de fumar humildemente, sin saber cuanto tiempo sería capaz de aguantar sin encender un cigarrillo, un cigarro o una de aquellas maravillosas pipas. Sí, yo le daba a todo. Durante los primeros meses viví con la certeza de que nunca volvería a ser feliz. Por esas fechas yo iba un par de veces por semana a la cárcel. Allí, ya se sabe, no se puede hacer casi nada, pero se fumaba generosamente. La gente fumaba como corachas. Una mañana me ofrecieron un truja y lo rechacé:
- Hace tiempo que no fumo -le dije-. A veces sueño que fumo y cuando me despierto me siento culpable por haberlo hecho.
- Yo también sueño a veces que hago cosas que hace tiempo que no hago, pero cuando me despierto no me arrepiento nada.
Al leer el artículo de Jesús Marchamalo que recomienda Magda Díaz Morales en su inabarcable página he recordado que soy un fumador que hace 10 años que no gasta tabaco.
Me equivoqué: he sido sido feliz sin tabaco. He sido feliz casi siempre de manera inesperada. He sido feliz cuando no tocaba serlo. Me han ocurrido cosas que no hubiera imaginado.
Llueve fuera mientras escribo.
No necesito nada más.

kilometoinómano

- Ave María Purísima
- Sin pecado concebida
- Padre, me acuso de ser adicto al gasóleo. El 12 de abril me dieron la furgoneta y ya le he hecho 20.000 kilómetros.
- Eres un pervertido. Vete y no pienses más

11 septiembre 2006

Déjame otra vez en casa de la yaya

Hace cinco años llevé a Guillermo por primera vez a la escuela. Bueno, venía todos los días a buscar a su hermana Blanca en aquel mismo patio de recreo. Además me había visto hablar muchas veces con María Luisa, la maestra que sería su maestra durante toda la Educación Infantil. Quizá por eso, porque se sabía en territorio conocido, miraba con cierta distancia todo el drama que se representaba a su alrededor: niños que lloraban (madres que lloraban), rabietas, niños que entran en la escuela en volandas, prófugos... Sólo me pidió no ponerse en la fila. Lo encontré razonable. Detesto las filas y la sirenas de las escuelas. Una periodista recogía testimonios para el mismo reportaje de cada septiembre:
- ¿Tenía usted ganas de que empezara la escuela?
- No. Ninguna gana.
- Es usted muy raro.
- Sí, es lo más suave que me dicen quienes no me conocerán nunca.
Cuando llegó la hora, Guillermo me dio un beso y se colocó el último de la fila. Cada hilera de niños seguía a su maestra. La impronta de las gaviotas, de los patos o de los cisnes. Si esto no funciona, si alguno de aquellos niños cosido a una pegatina de colores en la que puede leerse los datos que le identifican no sigue a su maestra, es posible que estemos asistiendo a la forja de un psicópata o de un asesino en serie o de un escritor. Para mi tranquilidad, Guillermo siguió a su maestra. Apenas miró atrás. Ya sabía que cuando toca, toca y no tiene ningún sentido mirar atrás.
Repetimos este ceremonial durante unos 10 días. El chaval ni se quejaba ni mostraba grandes entusiasmos por los nuevos amiguitos, por los juguetes, por lo bien que se lo pasaba en el recreo ni por las cosas que aprendía. Al final de la segunda semana me dijo:
- Ya he venido mucho a la escuela, papa. Mañana déjame otra vez en casa de la yaya.
No pudo ser.
Hoy empieza otra vez la escuela. Blanca, su último año de primaria, su último año de puré de verduras, de estofados y de patatas a la riojana. Guillermo empieza tercero. Dice que lo pasa bien en la escuela, pero él y yo sabemos que se quedaría sin dudarlo con su abuela. Menos mal.

08 septiembre 2006

José Luis Melero Rivas

Quienes lean fascinados Los libros de la Guerra o vean a Pepe Melero en carne mortal en el palco de La Romareda, o se presenten al certamen oficial de jotas de las fiestas del Pilar y descubran que él es uno de los más rigurosos y exigentes miembros del jurado se harán, seguro, una idea equivocada de lo ha sido ser Pepe Melero. En realidad, nunca ha sido fácil ser Pepe Melero. Para que Pepe Melero haya podido ser Pepe Melero han sido necesarios los treinta y un años de asistencia ininterrumpida al certamen oficial de jotas de Zaragoza mientras sus amigos le decían que si estaba mal de la cabeza y él tenía que reunir toda la paciencia del mundo para aguantar bromas, chanzas y chascarrillos. También han pasado más de treinta años desde que decidió recoger en la que más tarde sería su inmensa y legendaria biblioteca junto a sólidos volúmenes, a la primeras ediciones y a los saputos, los libros humildes, folletos de media docena de páginas sólo porque hablaban de Aragón o los había escrito un aragonés. Quiso recoger del arroyo las obras de autores de segunda o cuarta fila, autores oscuros y malditos que recobran vida en los textos y en las palabras de Pepe. Estoy convencido de que antes de casarse le ocultó estas cosas a Yolanda. Luego, ha metido algunos libros a hurtadillas en casa, temiendo cada vez que aquella fuera la gota que colmara el vaso y terminaran internándole en un frenopático.
Y hoy tampoco es fácil ser Pepe Melero: un hombre bueno que sólo siembra concordia, una de las personas más cultas e inteligentes que conozco. Ustedes coincidirán conmigo en que hay que ser muy lúcido para repetir, como suele repetir él, que estamos aquí para ser felices. Y eso hace Pepe Melero: un ejercicio permanente de felicidad mientras lee, mientras escribe, mientras curiosea por los puestos del rastro, mientras se adentra en el interior de las librerías de viejo, mientras está con sus amigos y, sobre todo, mientras pasea con Yolanda y juntos contemplan como Iguácel y Jorge crecen amando Aragón, su mayor deseo
Yo ya no me atrevo a poner aquí la jota del cura que vendió la yegua...

07 septiembre 2006

Libros Contados (Ismael Grasa)


En estos días se pone a la venta el libro de José Luis Melero Los libros de la guerra. Bibliografía comentada de la Guerra Civil en Aragón (1936-1949) (Rolde). Un bosquejo de este libro estaba en la conferencia que Melero leyó en Huesca, invitado por José Domingo Dueñas, y que después apareció publicada en Literatura, cine y guerra civil (IEA, 2004). Una parte considerable del libro está dedicada a ediciones, episodios o autores oscenses: Felipe Alaiz con su Vida y muerte de Ramón Acín, o los títulos variados de Cirilo Martín Retortillo, entre otros muchos. Melero va dando a conocer todo este fondo bibliográfico, extrayendo citas o comentarios que hacen que el volumen, con estructura de catálogo, se convierta en un libro de lectura. La erudición de José Luis Melero es sorprendente, con un estilo en el que cada línea ofrece datos e informaciones variadas, a la vez que no abandona su punto de vista irónico y, pese a lo terrible de la materia, ameno. Melero es autor también de Leer para contarlo (BARC, 2003). Antes de que publicase, hace tres años, ese primer libro en solitario, cuando había que escribir sobre José Luis Melero se le acompañaba de la palabra "bibliófilo". Como experto en autores raros, en jotas, o cualquiera de las otras materias de las que es conocedor, aparecía nombrado en los artículos de prensa y antologías como "el bibliófilo José Luis Melero". Ahora, de un modo natural, es también escritor. Ser amigo suyo y de Yolanda es una de las mejores cosas que me han pasado en la vida. La pasión de José Luis Melero por los libros no ha dejado de dar silenciosamente frutos a su alrededor. Ha sido soporte y fuente de otros muchos buenos libros, como el Enterrar a los muertos (Seix Barral, 2005), de Ignacio Martínez de Pisón.
Creo que me parezco poco a José Luis Melero. Él tiene una memoria admirable, mientras que yo apenas consigo, a final de curso, haberme aprendido el nombre de mis alumnos. Él es un hombre preciso, aficionado a los datos, capaz de decir siempre los cargos que han ocupado las personas (ex ministro, consejero, cónsul, secretario de notarías.), mientras que yo soy despistado y tiendo a ir un poco a bulto. Él tiene una biblioteca ordenada, ya legendaria, mientras que yo amontono libros de un modo más bien desperdigado y casual. Aunque quiero pensar que en el fondo coincidimos en algunas cosas importantes, además de en unos cuantos amigos. Melero es todo un ciudadano. Desde que dejé la casa de mis padres he vivido en más de una docena de pisos, la mayor parte compartidos. Supongo que esto ha contribuido a que entre mis primeros propósitos no estuviese el crear una biblioteca. Por otra parte, quizá por mi propensión a la melancolía, me he mantenido al margen de, por así decirlo, campos de especialización. Esta prevención a ser especialista de algo hizo que acabase la carrera universitaria a contrapelo. Pero puedo decir que me gusta la vida, que no dejo de obtener placer de los libros y que no renuncio a aprender.
Ismael Grasa, Heraldo de Aragón, 5/9/2006

06 septiembre 2006

De Luis Alegre

Adiós a mi forofo favorito de Luis Alegre en el blog de Antón Castro

05 septiembre 2006

Un caballo blanco

Madre... no me riñas,
que ya nunca vuelvo a ser malo...
No me riñas, madre...
que ya no vuelvo a llenarme de barro.
Madre... no me riñas,
que ya no vuelvo a manchar mi vestido blanco.
Madre...
cógeme en tus brazos...
acaríciame,
ponme en tu regazo...
Anda... Madre mía,
que ya nunca vuelvo a ser malo.
Así...
Y arrúllame y cántame... y bésame...
duérmeme... apriétame en tu pecho
con la dulce caricia de tus manos...
anda... madre mía
que ya no vuelvo a llenarme de barro.
Madre...
¿verdad que si ya no soy malo
me vas a comprar
un caballo blanco
y muy grande,
como el de Santiago,
y con alas de pluma,
un caballo que corra y que vuele
y me lleve muy lejos... muy alto... muy alto...
donde nunca pueda
mancharme de barro
mi vestido nuevo,
mi vestido blanco?...
¡Oh, sí madre mía...
cómprame un caballo
grande
como el de Santiago
y con alas de pluma...
un caballo blanco
que corra y que vuele
y me lleve muy lejos... muy alto... muy alto...
que yo no quiero otra vez en la tierra
volver a mancharme de barro!
León Felipe

sí...
voy a comprarme un caballo

01 septiembre 2006

Un suspiro

Ha vuelto mg. No se han cumplido los pronósticos de Javier Torres y Mariano Gistaín ha llegado antes de la ofrenda, justo cuando los feriantes y el ayuntamiento están a punto de ponerse de acuerdo sobre el sitio donde montarán este año los coches chocantes, las tómbolas y los puestos de algodón de azúcar y de manzanas cubiertas de caramelo rojo que le devuelven a Félix Romeo los sabores las ferias de su infancia.
Ha vuelto mg unos días antes de que se presente Los libros de la guerra de Pepe Melero.

* * *
Veinte años no es nada. Este curso se cumplen dos décadas desde que empecé a dar clase. Veinte años estrenando septiembres al otro lado del pupitre. Un suspiro.

31 agosto 2006

Vamos, vamos



Me alegro mucho de que ya sea el último día de agosto, que la gente vuelva a su vida, que podamos disfrutar de lo cotidiano. Vale ya de darle de comer al tiburón tigre, de montar en camello, de embadurnarse de sudor, crema y arena, de tener el cerebro en chancletas... Intensidad, presión en defensa, rapidez en ataque...Vamos, vamos... a trabajar, coño, que hay mucho tajo, cada uno en lo suyo.

30 agosto 2006

Hagan como yo

Lean varias veces al día el blog de Marisancho Menjón. Y háganle caso. Es una de las personas más lúcidas de esta tierra
*
Necesitaría una señal. Si hubiera vida inteligente al otro lado...

27 agosto 2006

Los ojos de leer tu nombre


Antón Castro ha recogido una galería de miradas bajo el título de "Los ojos del mundo".
Estos que yo traigo no forman parte de esa serie de miradas tiernas, morbosas, inquietantes o turbadoras. No son los ojos del mundo, pero son los ojos que guardan mi mundo.
Son los ojos de llorar, de guardar tu recuerdo, los ojos que quisieron aprenderte -y a veces olvidarte-, los testigos de tu ausencia, los ojos de leer tu nombre, que te miran incrédulos cada mañana, que te buscan, que tanto te han buscado, que te acarician, los ojos que gritan lo que callo.
Los ojos amargos de las despedidas, los ojos que se iluminan cuando te nombro, que intentan atrapar la vida, los ojos de la memoria, los ojos que miran esperanzados el futuro.

26 agosto 2006

Buen rollismo total

[Guillermo ha elegido para nosotros esta tira de Mafalda]

22 agosto 2006

Veranear en ti

Cuenta atrás. Abandonaremos los decorados cartón piedra que construimos para nuestras vidas, esta suerte de spaguetti western que son últimamente las vacaciones, y volveremos a la realidad. Cada uno a "la pequeñez de sus días", a la intimidad de su sinvivir.
*
O veranear en ti

20 agosto 2006

vida es vida

Posiblemente tiene que ver con la luz, con la temperatura o con el sabor del primer café del día. No lo sé. Quizá dependa de las palabras que murieron en nuestra boca sin ser pronunciadas, de los pensamientos que circulaban por nuestro cerebro y que se pierden por el sumidero de las ideas como fetos sin terminar de hacer, engendricos de la razón que sueña. O será que no has acertado con los calcetines que le iban bien al día... Enseguida te das cuenta de que no estás cogiendo el ritmo, que no estás dentro del partido. Hay que aceptarlo así. Esta es la grandeza de vivir (vida es vida, no hay día pequeño, unas veces se gana otras se pierde, etc.). No hay nada predeterminado: Igual que cualquier día puedes tener un buen día y armarla otras veces te cuesta llegar al final, no recuperas ni en los descensos, ni te interesa nada de lo que escuchas ni tienes nada que decir.

19 agosto 2006


Antón Castro recuerda a Federico García Lorca
*

[Sobre la sede digital del Museo Pedagógico de Aragón]

Nuestras vidas transcurren, irremediablemente, en el tercer entorno, en ese espacio denominado por autores como Javier Echeverría o Manuel Castells Telépolis o Galaxia internet, un espacio utópico (en el sentido recto de la palabra) que crece incesantemente como consecuencia de la extensión de las redes y donde cada vez pasamos más tiempo y hacemos más cosas. Es evidente que cotidianamente acudimos con más frecuencia a la red para comprar, para formarnos, para comunicarnos, para buscar información, para entretenernos, para trabajar, etc., hasta tal punto que hemos de admitir que tenemos una identidad analógica y otra digital. Por todas estas razones es un error pensar que las redes tendrán importancia en el futuro. La Internet es importante ahora mismo y posiblemente ya es cierto que aquello que no está en la red, no existe.
El Museo Pedagógico de Aragón es un espacio físico localizado en la plaza de López Allué de Huesca, un edificio que tiene una entidad atómica, analógica, una localización concreta y que, de la misma manera, reclama una existencia digna y funcional en la red. Museo Pedagógico de Aragón también ha de ser un espacio digital que permita que desde cualquier lugar del mundo, todos los días del año quien lo desee tenga la posibilidad de acercarse al museo y recorrer sus salas, la posibilidad de consultar parte de su fondo y de participar en sus actividades.
[De víctor juan, Museo Pedagógico de Aragón. Virutas de un proyecto]


*

Palma de Mallorca. Ayuntamiento
Javier Burbano me envía este trucador para mi colección que, en realidad, es la colección que están reuniendo mis amigos. muchas gracias

Escuela abandonada


Hace unos días Luis Alegre escribió un artículo en As en el que recordaba, entre otras cosas, el abrazo que Pepe Melero y Alberto Alegre se dieron cuando Nayim metió el goldenayim. Si alguien ha localizado la versión digital de este texto o puede enviarme el artículo se lo agradeceré.



Escuela abandonada. Fotografía "Palabras sencillas" (Jaime Sorolla)

18 agosto 2006

Pepe Melero, consejero del Real Zaragoza

[Pepe Melero en Albarracín. Fotografía Cristina Grande]
Abrígate, maño
[Se confirma la estrategia. En el 2007 ganaremos la liga y en el 2008 la Champions.
El año de la Expochampions]


Su padre se hizo socio hace cincuenta años. Por eso dentro de unos meses será distinguido con la medalla de oro del Real Zaragoza. Hoy no habrá nadie más feliz que el señor Melero que ya sabe que su hijo es consejero de este equipo que nos hace sufrir y disfrutar como sólo se disfruta y se sufre con lo humilde, con lo pequeño, con lo incierto.
Pepe Melero es consejero del Zaragoza. No podían haber elegido a nadie que ame más al club. Hace 31 años Pepe Melero estaba en La Romareda el día 30 de abril de 1975 cuando el Zaragoza de García Castany, Arrúa y Diarte, le metió seis goles al Madrid. Al mismo tiempo que Simarro, en el minuto 76, coló el definitivo 6-1 en la portería que aquella tarde no supo guardar Miguel Ángel, un señor que se sentaba junto a Pepe en el campo miró al cielo y dijo: “Dios existe”.
También se han cumplido 30 años desde que Pepe Melero dio una vuelta de honor junto a los costaleros que llevaban en volandas a José Luis Violeta Lajusticia, el León de Torrero, el día del ascenso a Primera en 1972.
Hace unas semanas, Pepe nos contaba a Ángel Artal y a mí que había preparado un pequeño informe para José Antonio Labordeta en que demostraba que el Zaragoza era el equipo, tras el Madrid y el Barcelona, que más títulos ha conseguido en los últimos 20 años.
Los zaragocistas saben la importancia que este nombramiento tiene para el Zaragoza, por eso mi hijo Guillermo me ha abrazado cuando he terminado de hablar por teléfono con Yolanda. "¿Estará en el banquillo?" -me ha preguntado Guillermo-. No lo sé. Pero Pepe tiene el don de consejo. Nos espera mucha felicidad. La misma que sienten los amigos que comparten con Pepe tardes de zaragocismo en La Romareda: Antonio Pérez Lasheras, Ismael Grasa, Rodolfo Notivol, Félix Romeo y, cuando sus obligaciones parlamentarias se lo permiten, José Antonio Labordeta.
El pasado 8 de febrero cuando el Zaragoza le metió seis goles al Madrid Ignacio Martínez de Pisón le escribió un mensaje a Pepe Melero en el que le decía "Esta noche, abrígate, maño". Fue un buen consejo.
miércoles, 7 de junio de 2006

16 agosto 2006

Cuando ya no esperaba nada

El gran Rodolfo, el auténtico Rodolfo Notivol



Cuando ya no esperaba nada de la vida (es una manera de empezar el comentario) he recibido Cretas. La colectivización de un pueblo aragonés durante la guerra civil española, 1936-1937, un libro que me envía Jaime Sorolla. Muchísimas gracias. También he recogido del correo El Gurrión de Labuerda, la revista que dirige en Mariano Coronas.

[·]
Antón Castro y yo tenemos un ejemplar del libro de Pepe Melero, pero no lo podemos contar ni enseñar. Pepe nos ha dicho que nos esperemos porque el libro no se distribuirá hasta septiembre. Pero no me ha dicho que no publique la maravillosa acuarela que Pepe Cerdá pintó para la cubierta de Los libros de la guerra. Así que la pongo aquí.
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Hoy se cumplen 62 años del asesinato de Paco Ponzán por los nazis en Toulouse.
¡¡ Viva Palmira Plá !!

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Al escribir los nombres de Palmira Plá y de Paco Ponzán me viene al corazón el recuerdo de Rodoldo Notivol, que estará escribiendo maravillosas historias para nosotros.
¡¡Viva Rodolfo Notivol !!

Doce años

Me enamoré de una niña de doce años. A mí me parecía que me había enamorado de una mujer de doce años. Coincidíamos en la piscina, nos cruzábamos en la calle Mayor, en el tontódromo, mientras comíamos pipas o chupábamos uno de aquellos polos de hielo que hacía Próspero en su confitería. Antes de aquel verano no la había visto nunca. Supongo que andaría muy ocupado en mis cosas, cosas de hombres, ya se sabe: el fútbol, las bicicletas, la escopeta de perdigones...
Un día la acompañé a su casa y en la puerta, después de dos horas contándole bobadas, le dije que me gustaba. Era la primera vez que le decía a una chica que me gustaba. Cuando ella ya subía por las escaleras me dijo "tú a mí también me gustas". Qué quieren que les diga... Mi madre me castigó por llegar tarde, me dijo que si tal que si cual, que si esto que si aquello, pero a mí todo me daba ya igual. Por primera vez iniciaba una relación con alguien a quien no conocía de siempre (un vecino, un amigo de mis padres) o por accidente (un compañero de pupitre). Quería aprender a otra persona y quería contarle quien era yo: un hombre maduro de 13 años que adoraba a mi abuelo Valentín y que dejaría cualquier cosa por ir a pescar con él.
Hace mucho tiempo que no veo a Olga, pero aún pregunto por ella cuando coincido con personas que la conocen y la tratan. Todo esto me pasó ayer. Y lo recuerdo precisamente hoy, cuando Carmela cumple 12 años, los mismos que tenía aquella mujer de la que yo me enamoré hace treinta. Que seas muy feliz, Carmela

15 agosto 2006

Querer ser

Estos días pensaba que me gustaría ser director general de la República, un director general como Rodolfo Llopis. Ya sé que es un poco difícil. Al fin y al cabo no tenemos que desear solo lo probable. Es mejor perseguir imposibles. Luego me he dado cuenta que me bastaría con tener un proyecto, una idea que pudiera defender contra viento y marea. Para que un proyecto pudiera comprometerme hasta dar sentido a mi vida apenas debería tener que ver conmigo. Trataré de explicarme. Tener un coche más grande, una casa más grande, hacerme catedrático o ganar un puñado más de euros no entraría en esta categoría de proyectos. Todo eso está bien, pero no me haría vivir con emoción. Estoy pensando en un proyecto para otros, para hacer la vida mejor a las personas que no conoces (y a las que conoces también). Una causa justa. Creo, sinceramente, que es casi seguro que no seré director general de la República, aunque no descarto absolutamente esta posibilidad. Pero en cualquier momento puedo cruzarme con un sueño que me atrape, que me haga querer ser. Será suficiente. Daría cualquier cosa por tener un sueño.

14 agosto 2006


Miguelito, genial. Recuerdo algunas formulas de cortesía que he oído en alguna ocasión: Servidora, Presente, Usted me manda, Fulanito, para servirle a usted, Ave María Purísima: Sin Pecado Concebida, Póngame a los pies de su señora, A sus pies...