Quero donar las grasias a la Fundación Aragonesista 29 de junio per haber-me consedeu iste galardón y expresar el agradeiximen més sinsero a tots aquells que me hets proposau ta iste premio relasionau dan la Identidat.
La prinsipal seña identitaria que me define ye la mía lluenga benasquesa, la lluenga dan la que be naixer, la que me ha achudau a riure y a pllorar, aquélla dan la que he creixeu, dan la que he apreneu a donar-le nom a casa mía, al mios prats, a l’aire, a l’aigua, al foc, a la vida…, la lluenga dan la que he chugau, amau y tancau els uells als que se’n han anau ta’l Tusal dels Sueños, la lluenga dan la que els mios antepasats ban fer els alasets de la suya existensia.
Ha seu tamé la lluenga de las mías nobelas y dels míos cuentos, a michas entre la realidat y la machia, sempre trasportán a iste mon lliterari a tots que me han deixau en erensia amor u sabiduría: la mía llolla, la partera; padrino; la tía María; papai y mamai y la ansestralidad de tots els abuelicos.
Ye, ara, la lluenga autóctona más charrada en tot el Pirineo aragonés y la més biba. La miran de apenre, a unas horas extraescolás més de 150 chicorrons y chicorronas. Y digo axó, perque penso que ye algo que se puede reseñar, a la época a la que estam de sobredosis de bideo-chuegos y globalidat.
Mentre tienga forsas, y la mía corada y la mía cabesa me amparen, faré tot lo que puesca ta que iste patués de las mías entrañas no se esfilorche y se desfaga, y cantaré dan la mainada aquell eslogan de fa ans que diba: NO DEIXARÉ QUE SE AMORTE LA MÍS LLUENGA.
GRASIAS UN ALTRA BEGADA A TOTS
Quiero
dar las gracias a la Fundación
Aragonesista 29 de junio por haberme concedido este galardón y expresar mi
agradecimiento más sincero a todos aquellos que me habéis propuesto para este
premio relacionado con la Identidad.
La
principal seña identitaria que me define es mi lengua benasquesa, la lengua con
la que nací, la lengua de mis risas y mis lágrimas, aquélla con la que he
crecido, con la que he aprendido a darle nombre a mi casa, a mis prados, al
viento, al agua, al fuego, a la vida…, la lengua con la que he jugado, amado y cerrado
los ojos a los que se han ido al Mundo de los Sueños, la lengua con la mis
antepasados plantaron los cimientos de su existencia.
Ha
sido también la lengua de mis novelas y de mis cuentos, a medias entre la
realidad y la magia, siempre transportando a este mundo literario a todos los
que me han dado en herencia amor y sabiduría: mi abuela la partera, el abuelo
de casa, la tía María, mi padre y mi madre y la ancestralidad de todos los abuelos.
Es,
ahora, la lengua autóctona más hablada en todo el Pirineo aragonés y la más
viva. La intentan aprender, en horario extraescolar más de 150 niños y niñas. Y
digo esto porque pienso que es importante, en la época que vivimos de
sobredosis de videojuegos y globalidad.
Mientras
tenga fuerzas, y mi corazón y mi cabeza me amparen, lucharé para que este patués
de mis entrañas no se esfilorche y se
difumine, y cantaré con mis chicos aquel eslogan de hace años que decía: NO DEIXARÉ QUE SE AMORTE LA MÍA LLUENGA.
GRACIAS
DE NUEVO A TODOS