10 septiembre 2009

Novas

Cambio radical, el blog de Harry Sonfór, ha recibido 45727 visitas

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Carta sobre visitas y actividades didácticas que pueden realizarse en el Museo Pedagógico de Aragón

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Hace 23 años que dicto dictados. Hace 23 años, un día como hoy, madrugué, cogí la maleta que había preparado la víspera y me fui a Alcorisa. En julio había aprobado las oposiciones y aquella escuela era mi primer destino. Me despedí de mis padres, de mis amigos y de mi novia como si no fuera a volver nunca. Había quedado con Javier Horna, quien desde entonces ha sido mi tutor. No sé quien pudo decirme que había un tipo de Zaragoza que era maestro en Alcorisa. Lo único que sé es que el primer día viajé con él. Se sorprendió al ver mi maleta.

-¿Qué llevas ahí?

-Ropa y algunos libros...

-Bueno. Puedes dejarlo en la escuela porque volveremos a comer a casa.

Así de corta fue mi ausencia. Cinco o seis horas fuera de casa.

Hoy también voy a Alcorisa. Volveré a comer a casa. Por la tarde, Víctor Gomollón y yo -y si los dioses nos asisten Elena Monforte- rendiremos visita a Paco Boisset, el maestro impresor que pondrá en negro sobre blanco Hipocorísticos. Ochenta y cuatro crónicas de Educación de Personas Adultas en Aragón, un hermoso libro que forma ya parte de mi pasado.

05 septiembre 2009

Todo por Lapetra



Ayer se jugó el Carlos Lapetra, el trofeo del Real Zaragoza. De camino a La Romareda le volví a contar a mi hijo que José María Conget escribió que en la época de los magníficos, tras un triunfo del Zaragoza alguien cambió de la fachada de un cuartel de la guardia civil el "Todo por la patria" por "Todo por Lapetra". También le conté a Guillermo que Ricardo Lapetra, el hermano de Carlos, dijo en una de las conferencias que organizó Antón Castro para celebrar el setenta y cinco aniversario del Zaragoza que cuando tenían partido en Zaragoza él y su hermano madrugaban, iban a misa a la catedral y su madre preparaba pronto la comida. Luego recogían a un primo suyo que no se perdía ni un partido y bajaban a Zaragoza en su coche. Casi siempre conducía Carlos. Al llegar a Almudévar se encendían un par de montecristos. Aparcaban el coche junto al campo de fútbol, se cambiaban y jugaban para ser, simplemente, felices.

Para Guillermo y para mí lo mejor del partido de ayer fue que me llamara el consejero José Luis Melero y que a Guillermo le firmaran un buen puñado de exjugadores zaragocistas -Aragón, Solana, Cuartero, Nieves, Rico, Planas y Canario. Le hice fotos -como la que ahora pongo aquí en la que se ve a Guillermo junto al gran Canario-, con todos ellos.

No me gustó perder. El Zaragoza debería ganar siempre su trofeo. Me hubiera gustado ver a José Luis Violeta. Me hubiera gustado ver al alcalde de la ciudad, al presidente del Gobierno de Aragón. Me hubiera gustado ver a algunos de mis vecinos de localidad. Me hubiera gustado ver a todos los del Colectivo 1932. Me hubiera gustado ver el campo lleno de niños con bufandas y banderas del Real Zaragoza. Quizá no sabemos celebrar fiestas.

Y las celebraciones son necesarias.

Pandemia

No hay mayor pandemia que la estupidez -que se extiende sin freno ni control-. Ni siquiera se sabe cuándo dispondremos de vacuna que pudiera administrarse para evitar nuevos casos. Extremen las medidas preventivas: lectura, menos horas de televisión, pasen más tiempo con sus amigos y sean buenas personas, tal y como sus abuelas quisieran que ustedes fueran.