09 abril 2007

La pequeñez de los días

He estado en Barcelona, la ciudad en la que soñaba Félix Carrasquer. No me gusta, definitivamente, el metro. Quizá por mi pésima educación sentimental construida por películas y canciones (no todas fueron grandes películas y buenas canciones). Quizá es un territorio extraño poblado por extrañas criaturas. Próxima estación: Escuelas. El tiempo detenido. Ya estoy trasteando en la versión beta de la web del Museo Pedagógico de Aragón. Rolde de Estudios Aragoneses ha organizado para el próximo sábado una fiesta-encuentro-presentación de libro-actuación de Ángel Vergara y Toche Menal. Estoy trabajando definitivamente en las memorias de Félix Carrasquer. Mañana empieza el plazo para matricular a los chiquetes en enseñanza no universitaria. Tengo que arreglar un pinchazo en la bici de Guillermo. Quizá hoy sepamos hasta dónde llega el incierto camino de tierra. Está bien ganarle al Barça, pero hay que aprender a ganarle al Nástic, al Levante, al Getafe, a la Ponferradiña... Hay que aprender a vivir sin miedo a ganar. Miedo no tener, como decía Mikel. Tengo, como siempre, media docena de marrones que atender. Poca cosa. Chapa y pintura. Fisiología de la vida...

4 comentarios:

Fernando dijo...

Tengo un poema de lluvia que quizás te sirva:

Me reconozco en los días lluviosos.
Intento no dejar escapar mi decepción
ante la posibilidad de mojarme,
¿dónde puse el paraguas?
y sin embargo, en mi interior,
miro caer la lluvia con el protocolo del silencio,
cuento los charcos emergentes,
los pequeños riachuelos que se forman,
el múltiple reflejo en que nos descomponemos,
siento la humedad como el abrazo
fértil e imposible de la soledad,
monologo de susurros
en el que con la tristeza
se te van unos gramos de vida.


Tu post me ha dejado esta sensación...un abrazo.

Anónimo dijo...

"No tener miedo a ganar". Eso me parece bien. "Chapa y pintura": quizás sea eso lo que nos da la medida de todo lo demás.

Ando trasteando en El Libro de los escolares...; es tan hermoso. Algunas cosas tienen por tanto su tiempo y su espacio propios.

Anónimo dijo...

Leyendo algunas de las cosas que se cuentan en El Libro de los Escolares... sobre Félix Carrasquer; luego, tu trabajo sobre él; luego que ayer le entregaran el Premio de las Letras Aragonesas a Francisco Carrasquer... algunos círculos van cerrándose y abriéndose a que aprendamos en ellos.

Anónimo dijo...

A mi tampoco me gusta el metro y mucho menos el de Barcelona. Disfruto de tu artículo y cuando me dispongo a dejar este absurdo comentario voy y me encuentro con un poema que ha dejado Fernando que me parece precioso. Gracias a los dos.