29 abril 2011

Asuntos pendientes

Una cena, una conversación, abrazarte, un libro, un viaje, un café, besarte... Contigo quiero tener siempre asuntos pendientes, una razón para pensar en ti, para volver a verte y aunque finalmente se pase la vida -porque el tiempo se pasa muy suave- sin que hayamos encontrado la ocasión para para cenar juntos, para abrazarte o para hacer ese viaje que proyectamos tantas veces, lo más importante es que vivo sabiendo que entre tú y yo hay asuntos pendientes. Es la vieja tensión entre la potencia y el acto. Por eso, aunque a veces no me entiendas, prefiero saber que puedo besarte a besarte.

Un día me esperaba a mí mismo

A veces, muy pocas veces, uno tiene el privilegio de sostener en las manos un libro tan hermoso como un libro hermoso. Ni más ni menos. Un libro de diseño cero, un libro que invita a leer, un libro que es todo lo que una persona razonable espera de un libro. Un libro en el que se ha cuidado la tipografía, la selección del papel, el color de la cubierta, la partición de las palabras, las líneas viudas... La sensación de belleza que transmite un libro-libro, un libro hecho con amor, es tan difícil de explicar que lo mejor es no decir nada. Compren Un día me esperaba a mí mismo de Miguel Ángel Ortiz Albero, editado por Jekill&Jill editores y entenderán qué quiero decirles.

25 abril 2011

Folletín coleccionable

Cada domingo y fiesta de guardar, publicaré una nueva entrega de este coleccionable. Ustedes podrán ordenar los párrafos como mejor les parezca.

I. «Cogió las llaves, se palpó los bolsillos buscando el teléfono, el paquete de pañuelos, la pluma estilográfica, la billetera... Repetiría ese mismo gesto varias veces al día. Siempre le parecía que le faltaba algo. Y tenía razón: siempre le faltaba algo».

21 abril 2011

Como una caja de herramientas

Como cualquier humanista, tengo un par de cajas de herramientas que son una metáfora perfecta de mi vida. Hace unos diez años que no las ordeno -ni las cajas ni la vida misma-. En estas cajas los objetos han encontrado su lugar natural, el lugar que el destino, el azar o su propia existencia les ha reservado. Cada vez que busco un tornillo, lo remuevo todo. A veces lo encuentro y entonces lo meto todo como dios me da a entender, sin pensar que habrá una próxima vez. No tengo más remedio que confiar en mi capacidad para encontrar la lógica que preside el caos.

20 abril 2011

Que tanta maldad nazca de la nada

Esta mañana me ha dado por coger la azada y picar un poco -apenas nada, que yo soy de poco picar- las hierbas del huerto. Mientras mi espalda se quejaba, me he acordado del tio Pedro, un hortelano a quien conocí hace veinticinco años, cuando él ya había superado los ochenta. Decía que las malas hierbas las echaban los franceses por la noche. Entonces no le creí, pero ahora sé que tenía razón. No puede ser que tanta maldad nazca de la nada.

12 abril 2011

Jekyll&Jill editores

Cada 10 de abril, salvo que por esas puñetas de la vida estemos en un bisiesto, se cumplen cien días desde que estrenamos el año. Se terminó el período de prueba, el margen de confianza, el tiempo de adaptación. Después del 10 de abril entramos en el tiempo definitivo, en los días en los que hay que exigirle al año que nos dé lo que nos prometió, lo que esperábamos de él. Y yo, en este tiempo definitivo, he de darles una gran noticia. Jessica Aliaga Lavrijsen y Víctor Gomollón han creado una editorial, Jekyll&Jill. Inician su catálogo con la novela Un día me esperaba a mí mismo del escritor Miguel Ángel Ortiz Albero.
El día 17 de abril -ya falta menos, aguanten un poco más la tensión- estarán los cuatro -editores, autor y novela- celebrando el Día del libro en el Paseo Independencia. José Giménez Corbatón presentará Un día me esperaba a mí mismo en la librería Cálamo, el martes 26 de abril a las 20 h. Pero de eso ya les daré cuenta cuando llegue el momento. Hoy alegrense del nacimiento de Jekyll&Jill.

11 abril 2011

Fórmula magistral

Hacer pocas cosas. Solo aquello que nos apasione.

Buscar la sencillez. Nada tiene tanta fuerza como lo simple.

Eliminar todo lo que no sea estrictamente necesario.

Empezar siempre de nuevo. En cada ocasión, todo.

Empeñarse en aquello que se ha soñado primero.