06 enero 2011

Cualquier cosa

Daría casi cualquier cosa por poder escribir hoy una carta a los reyes magos, por recuperar la emoción de la infancia, por abrazar a las personas que me hicieron tan feliz cuando era niño, por escuchar a mi abuelo Valentín enfadarse con el mundo («Ten cuidado, maño -me decía-, aquí, si te descuidas, te quitarán hasta la manera de andar»).

Daría casi cualquier cosa por poder contarle a mi padre cómo quiero a mis hijos.

Daría casi todo lo que me pidieras por volver a hablar contigo como hablábamos cuando solo queríamos ser.