20 agosto 2006

vida es vida

Posiblemente tiene que ver con la luz, con la temperatura o con el sabor del primer café del día. No lo sé. Quizá dependa de las palabras que murieron en nuestra boca sin ser pronunciadas, de los pensamientos que circulaban por nuestro cerebro y que se pierden por el sumidero de las ideas como fetos sin terminar de hacer, engendricos de la razón que sueña. O será que no has acertado con los calcetines que le iban bien al día... Enseguida te das cuenta de que no estás cogiendo el ritmo, que no estás dentro del partido. Hay que aceptarlo así. Esta es la grandeza de vivir (vida es vida, no hay día pequeño, unas veces se gana otras se pierde, etc.). No hay nada predeterminado: Igual que cualquier día puedes tener un buen día y armarla otras veces te cuesta llegar al final, no recuperas ni en los descensos, ni te interesa nada de lo que escuchas ni tienes nada que decir.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y vaya que sí, muy cierto, querido Victor. Hay días que se espera una palabra amiga y te llena el espíritu, otras ni tiempo se tiene de esperar nada, y hay otros días que escuches lo que escuches no te interesa ni tampoco se tiene nada qué decir. Tal vez sí tiene que ver con el primer café del día.

Un día le preguntaron a un escritor, muy admirado por mi, qué pensaba de la vida que tan duro le había tocado vivir (el padecía una enfermedad muy dificil desde los 32 años) y él contestó: "la vida no es buena ni mala, es vida".

Yo todavía no aprendo a vivir, solo he aprendido un poco a esperar ese tiempo que va diciéndonos que los calcetines rojos no se llevan con una falda amarilla, pero que si a mi me gusta como se ve, aprenderé a buscarle la armonía.

Un abrazo

Javier López Clemente dijo...

Vida es vida, me recordó al socorrido y televisivo el fútbol es fútbol donde, por cierto, también unas veces se gana y otas se pierde. No creo que en la vida se trate de ganar o de perder, quizás y pese a todo, se trate de sobrevivir