Si dios quisiera que yo fuera realmente feliz, al elegirme para nacer de entre todas las almicas sin alma que vagaban por las almendreras celestiales esperando que el creador les asignara una madre, en ese justo instante, también me hubiera hecho del Barça. Pero no fue así. El altísimo me miró y dijo:
- Maño, serás para siempre del Zaragoza.
Recuerdo perfectamente que, antes de despedirse de mí, volvió a mirarme otra vez y prometió:
- Para compensar esta carga de tardes de domingo de tristeza y de lunes de mala hostia, serás amigo de Pepe Melero. Así lo dispongo -concluyó- y así será.
Y el buen dios, sin saberlo, me hizo feliz para siempre.
12 diciembre 2009
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1 comentario:
Querido Victor,
Quiero desearte a ti, y a tus seres queridos, lo mejor en estas fiestas decembrinas y en el 2010. Mucha salud y amor.
Un gran abrazo.
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