13 enero 2007

un palmo de terreno

Cada vez que la vida me da un palmo de terreno hago lo que me parece. Y me equivoco, claro, pero posiblemente nada me sienta mejor.
No quiero nada. Quizá por eso soy difícil de acompañar

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo sí quiero una cosa: disfrutar. Con o sin palmo de terreno (aunque, por supuesto, sí con la vida y lo que da).