29 abril 2011
Asuntos pendientes
Una cena, una conversación, abrazarte, un libro, un viaje, un café, besarte... Contigo quiero tener siempre asuntos pendientes, una razón para pensar en ti, para volver a verte y aunque finalmente se pase la vida -porque el tiempo se pasa muy suave- sin que hayamos encontrado la ocasión para para cenar juntos, para abrazarte o para hacer ese viaje que proyectamos tantas veces, lo más importante es que vivo sabiendo que entre tú y yo hay asuntos pendientes. Es la vieja tensión entre la potencia y el acto. Por eso, aunque a veces no me entiendas, prefiero saber que puedo besarte a besarte.
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