Si el webmaster de la página del Real Zaragoza observa que se ha producido un aumento inexplicable en el número de visitas es por mi culpa. Paso el día yendo y viniendo para ver si se confirman los fichajes y se desvela el nombre del delantero ilusionante que vamos a fichar. Mi hijo Guillermo y yo sabemos quién es, pero no se lo diremos a nadie.
En febrero de 2005, cuando era pequeño, también tuve un aumento considerable de visitas en un blog de juventud en el texto que pego a continuación. Me sorprendió que muchas de ellas procedían del servidor de la guardia civil. Descarté -por burdo y chapucero- que la benemérita estuviera siguiendo mis pasos en la red por nombrar a la mujer de Felipe de Borbón. La explicación era más fácil. Tenía que publicar por aquellos días las calificaciones de un examen de febrero y una de mis alumnas entraba desde el ordenador de la casa cuartel en donde vivía.
También Herick Campos Arteseros ha visto como se multiplicaban por varios miles sus visitantes y que ha recibido medio centenar de comentarios frente a los dos, tres, uno o ninguno que normalmente merecían sus post. El secreto: publicar una foto de Camps
En fin. Les dejo aquí mi comentario
Un país de súbditos o un país de ciudadanos.
Leo en El Periódico de Aragón en su edición digital un texto inquietante -supongo que es el resumen de un reportaje más amplio- titulado "El armario de Letizia Ortiz, para todas". Me ha resultado hiriente. Este tipo de comentarios en la prensa contribuye a infantilizar a una nación, a mantener en perpetua minoría de edad a un pueblo que aspira a ser libre. Creo que esta visión de la historia y de la realidad atenta contra la dignidad y la inteligencia de los hombres. También contra la dignidad y la inteligencia de las mujeres
La otra noche Cuchi nos contaba que el Guerra, el legendario torero, le dijo a Romanones, el legendario político, cuando éste le comunicó que Alfonso XIII quería que fuera a Madrid y que torease para él: "Yo no tengo señorito. Dile al rey que no torearé para él porque estoy retirado. Que hubiera nacido antes".
El armario de Letizia Ortíz para todas. Necesitamos unos medios de comunicación que construyan otro tipo de realidad. Necesitamos otros titulares para entender nuestras vidas: "La biblioteca de Pepe Melero, para todas", "El compromiso ético del profesor Emilio Lledó, para todas", "La inteligencia de Yolanda Polo, para todos", "La solidaridad de Carmen Magallón, para todas", "El rigor de María Moliner, para todas", "Aristóteles, para todos"... Qué sé yo...
Hace unos años, cuando Rosa de España iba a representarnos en el festival de Eurovisión y los cantantes de Operación Triunfo visitaron Zaragoza y se asomaron a la ciudad desde el balcón consistorial en compañía del alcalde Atarés (cachirulos & viva la virgen del pilar, etc.), un periódico tituló "La generación de Chenoa y Bisbal se enfrenta hoy a la selectividad". Qué estupidez. ¿Chenoa y Bisbal? ¿Cómo van a dar estos dos personajes inventados por el marketing el nombre a nada?
Quieren hacer de Letizia Ortiz un modelo de elegancia, de inteligencia y de modernidad. Ya es una mujer deportista, lectora, políglota... En realidad es un personaje de ficción, inventado y sin existencia real. Como su propio marido. Como Bisbal, aunque se enfanden los amantes de Bulería, bulería...
25/02/2005 10:09
15 agosto 2009
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