10 julio 2007

El reloj que marcaba el tiempo

He colgado en la habitación donde trabajo, leo, pienso, escribo y, a veces, lloro en secreto, el reloj que marcaba el tiempo en casa de mi abuela. "Viuda de M. del Amo. Zaragoza". Esa es la única referencia que puede leerse en la esfera. Le ha costado acostumbrarse al espacio, hemos tenido que aprendernos y hasta que no he acertado a colocarlo en una caprichosa verticalidad no ha empezado a funcionar.
Sólo me falta el quejido de la vieja mecedora contra la tarima que acompasadamente le daba la réplica al corazón del reloj.
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Blanca ha abierto blog.

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