27 julio 2006

Sólo quienes nos quieren


Puedo confesar que en junio cumplí 42 cursos. Cuento la vida por cursos. A un lado y a otro del pupitre. Cada vez que pienso en esto me acuerdo de Javier Cansado, vestido con bata blanca y con el fonendoscopio colgándole distraídamente del cuello mientras explicaba que había entrado en el hospital de enfermo y que ahora era el jefe de la unidad de transplantes. Yo no soy el jefe de nada, pero a mí me ocurrió algo similar: entré en la escuela siendo alumno hace cuarenta años y ahora soy profesor.
Cuarenta y dos cursos... A esta edad ya sólo nos leen o nos recomiendan lecturas quienes nos quieren. Víctor Pardo vino ayer a verme al Museo Pedagógico de Aragón y me trajo este libro [y otras cosas inconfesables]. Es un libro más hermoso que breve, y tiene menos de 90 páginas, que leí ayer mientras mis hijos iban y venían preparando una exhibición de natación sincronizada. Sé que Víctor me ha regalado precisamente este libro por muchas razones [igualmente inconfesables].
[La exposición Perfiles. Aragón en guerra ha recibido tantas visitas que previsiblemente no se clausurará el día 30 de julio].

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Archivo de esta web: no es necesario esperar 70 años para consultarlo

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es genial la idea de la "blogteca"...
Algún día me pasaré por el Museo Pedagógico...

;)