Ella nació para nosotros el 10 de mayo, el aniversario del día que Mohamed Alí Amar metió el gol de Nayim, el gol que cambió su vida y la nuestra. Es una yegua de capa pía, cuatralba -algún día galoparé con ella hasta enterrarlos definitivamente en el mar-. Podría llamarse de muchas maneras, pero se llama Zaragoza como la vieja y hermosa ciudad en la que ha nacido, la ciudad en la que hace doscientos años nos hubieran matado al tío Melero y a mí en cualquier plaza, en cualquier esquina, en un cuerpo a cuerpo por defender cada palmo de tierra en el que viven las personas que amamos. Me gusta mucho Zaragoza. Fernando Sanmartín diría que la miro como se mira a una mujer desnuda, pero yo no soy poeta y prefiero ser prudente con estas cosas. Guillermo ha empezado a domesticarla.
Está preciosa.
ResponderEliminarAquí el 10 de mayo es el día de las madres.
Cuando le jalan la rienda ¿no le duele?